No te arrepientas [Libro I]

13: Curado.

"Baile de disfraces; solo los que reciben esta tarjeta están invitados. Casa Dellower. 9:30p.m

T. D".

Arrugo la invitación entre mis dedos y la lanzo al basurero antes de dar media vuelta sobre mis talones e iniciar camino hacia la cafetería. El chico encargado de la entrega de correo me detiene, me entrega la bolsa de cosas que siempre me llega -cartas y regalos de admiradores realmente ricos y estúpidos-, y a parte un sobre dorado brillante con letras negras de carta. Firmo lo necesario y veo el sobre un par de veces antes de abrirlo.

"Baile de disfraces; solo los que reciben esta tarjeta están invitados. Casa Dellower. 9:30p.m

B. D".

Suspiro pesadamente y, al igual que con la otra carta, lo arrugo y lo lanzo a la basura. Segundos luego, me arrepiento y saco ambas cartas antes de limpiarlas bien y llevarlas hasta la gaveta de mi escritorio, donde están las cartas de amenaza que antes me enviaba Terrence. No pienso ir a esta fiesta de disfraces, en especial cuando me han invitado dos Dellower al mismo tiempo, mientras, me dedico a ver lo que hay en la bolsa de regalos. Ignoro las cartas.

Un oso de peluche blanco, es exactamente el mismo que he estado recibiendo hace unas dos semanas. También un ramo de flores muy bonito, una rosa artificial, cupones para ir al spa. Champú, perfumes y cosas que me parecen ridículas. Incluso una colección de labiales extra fuertes.

Lo devuelvo todo a su lugar y me acomodo en mi asiento con pereza. Minutos luego, Irene entra al lugar y se deja caer en su asiento, a mi lado.

- ¡Oyeee! -Exclama, con aparente inocencia-. Tengo algo importante por decirte.

-Dilo, entonces -le pido, dándole toda mi atención.

-Verás... mañana los Dellower van a hacer una fiesta de disfraces, y sucede que Zack me ha pedido ser su pareja -masculla y me muestra una carta similar a las que me llegaron a mí-. Y no quiero ir sola, ya sabes a lo que me refiero. ¿Vendrías?

- ¿Significa que el que te dé la invitación te invita a ser su... pareja en esa fiesta? -Cuestiono, extrañada. Es tan solo una idea que se me ha venido a la cabeza.

-Sí. Exacto. Tengo dos, una me la regaló Zack para que pudieras venir conmigo -dice, con diversión-. ¿Qué tal?

-Entonces... -mascullo, sin poder creérmelo todavía-. ¿Significa que... Zack y tú van a ser pareja de baile mañana y... solo porque te dio esta invitación?

-Sí, así mismo -responde, restándole importancia. Y claro, si ella está feliz con su invitación-. ¿Por qué? ¿Te llegó una?

-No... no... -miento, y sonrío con aparente aburrimiento-. ¿Y...? Ajá... ¿Por qué de pronto quieres ir conmigo?

- ¿Cómo que "De pronto"? -Suelta una risita, sin poder entender qué sucede conmigo-. Siempre vamos juntas a todo.

-Yo me refiero a que... ¿no crees que a Zack le moleste? Igual te irás solo con él y yo solo estaré comiendo a un lado -trago duro y miro a la puerta de entrada-. Tal vez a Zack no le agrade que seas tan pegada a mí, ya sabes.

-Si es así, entonces lo dejaré de lado -bufa y rueda los ojos-. Tú estás antes que un chico y lo sabes. Además, lo hablé con él y dijo que no le molestaba en absoluto que vinieras, porque eras divertida y peleabas con Terrence.

"Terrence". ¡Carajo, cómo la jodida vida conspira contra mí!

-Y claro, a Bradley le caes bien -comenta-. Y a Dante, dijo que sería perfecto tenerte ahí.