Mi sonrisa pasa a ser algo menos que eso, tal vez, un gesto avergonzado. Si la incomodidad puede ser grande cuando hablas -o tratas de- tranquilamente con el chico que está enamorado de ti desde los quince años, que ahora quiera hablar de su hermano, quien también gusta de ti, es algo mucho más incómodo.
Y lo peor de todo, es que las palabras de Irene vuelven a recaer en mí con fuerza, con más fuerza que antes.
"Estuve con los Dellower; Bradley y él están decaídos, y sé que ambos chicos están así por tu culpa".
Mentiría si dijera que no me siento extremadamente presionada por esas diecinueve palabras. Me siento al borde de un precipicio sin barra protectora.
-Bradley... -mascullo, pidiéndole, que por favor no siga con esto.
-No, no. Escúchame, por favor -pide y yo me cruzo de brazos, solo porque no sé cómo ocultarme-. Te haré un par de preguntas, y tienes que responderlas. Porque confías en mí. Como amigo.
Asiento con la cabeza, apenada, y miro hacia la puerta abierta del baño. No logra hacer que me sienta más cómoda, pero al menos ya no tengo que ver a Bradley a los ojos.
- ¿Tú... hubieras ido a la isla si en vez de ser Terrence hubiera sido yo? -Pregunta.
Mi cerebro tira la respuesta de golpe, y en cuanto lo proceso, solo consigo mirarlo, sorprendida. Trago duro.
-Tomaré el silencio como un "No" -expone y luego me ve más serio-. Si en vez de Terrence hubiera sido yo quien te hizo todo ese desastre en la universidad... ¿me hubieras perdonado?
Mis brazos se van a ambos lados de mi cuerpo y asiento con la cabeza, porque sé que soy capaz de perdonar los errores de las personas. Siempre que no se cometan una segunda vez, porque si un error se comete por segunda vez, no es un error, eso ya era una decisión.
-Por supuesto, Bradley.
-Quiero saber qué sientes -exige-. No solo con él, también conmigo, Phoebe.
-Bradley, no hagas ese tipo de preguntas.
-Debes responderme -gruñe.
Miro al techo por un instante y luego lo veo a él. ¿Digo o no lo que mi cerebro me ha planteado?
-Te quiero. Te aprecio, como a un amigo -suspiro, esto es tan estúpido-. Y a Terrence... también.
- ¿No te gusta Terrence? -cuestiona.
No estoy dispuesta a repetirlo. Creo que una segunda vez no saldrá igual de mis labios.
-Mientes. Te gusta Terrence -bufa y yo miro sus manos, no se parecen en absoluto a las de Terrence-. ¿Puedes decirme al menos si te gusta o no? Sí, no. Las respuestas no son tan difíciles.
-N-N-Sí... -murmuro, y mis labios se aprietan, con furia.
- ¿Y por qué lo rechazaste ayer? -Exige saber.
-No lo sé. Me dio pánico -admito, y me abrazo al cojín, molesta, no con él, más bien conmigo misma-. Nunca suelen afectarme este tipo de cosas, sé que suceden... pero... me dio mucho pánico al escucharle decirme eso.
-Lo comprendo, pero... ¿no sabes si quieres algo con él o no?
-Pasaré de esa pregunta -replico.
-Bien. ¿Y piensas decirle que te gusta también?
-No lo sé. No estoy segura de poder hacerlo. Me pone nerviosa -declaro con sinceridad-. Es que... yo nunca sé quién es Terrence. Él es raro. Primero me trata mal, luego se porta como un caballero, y... ¡me exaspera! ¡Y nada tiene lógica!
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No te arrepientas [Libro I]
Romance"Es tonto extrañar pelear con alguien, pero resulta que cuando te acostumbras al ruido, el silencio en el que te escondías en el pasado resulta completamente difícil de aceptar". [2017]