36: Razones.

1.9K 131 1
                                    

Impaciente. Así es la única manera que puedo sentirme. La impaciencia se ha apoderado de cada parte de mi cuerpo, y quiero salir corriendo de aquí para saber bien, para ver con mis propios ojos lo que ha sucedido con Terrence. Es que no puedo vivir con esta espantosa incertidumbre.

-Chicos -Bradley entra a la habitación, y me ve sorprendido-. Oh, vaya, la damisela Phoebe ha despertado.

-Hola, Bradley -murmuro, tratando de masticar la comida bien-. ¿Qué hay?

-Esperaba que estuvieras un poco más... mmm... ¿débil? Luces bien -advierte.

-No lo está. Solo está impaciente -replica Irene, con molestia-. Quiere ver a Terrence, y el doctor le ha dicho que si consigue comer bien y portarse tranquila, va a dejarla ir hoy.

-Oh, eso está bien -musita-. Terrence está bien, Phoebe.

Qué mentiroso es.

-No, yo que no lo está -suelto, y procuro no alterarme-. Sé que no está bien. Ustedes son unos mentirosos.

-Ya lo sabe -avisa Irene, algo tarde.

-Vayan a comer -sugiere a mi amiga y su novio-. Yo la cuido.

-No necesito que me cuiden. Necesito que me saquen de este lugar -gruño.

-Ya, gruñona. ¿Por qué no te preocupas por ti y luego te preocupas por Terrence? -Me regaña, sentándose en el sillón que Irene y Zack ocupaban-. A ver, come todo eso, que cuando salgas de este lugar voy a invitarte a comer tacos.

-Irónicamente, no tengo vesícula -le recuerdo y él se ríe-. Y de paso, creo que solo hay un tipo de tacos que me gustan.

- ¿Ajá? ¿Cuáles? Yo iré a comprarlos si te portas bien. Lo juro.

-Los que hacía Terrence -me encojo de hombros-. Me portaré bien, y harás que despierte para que me haga esos tacos. De lo contrario, haré que este hospital se derrumbe.

-Ah, cálmate -pide, y se acerca a mí-. Tienes que saber que él está bien, Phoebe. Respira, y va a vivir. Ha salido de lo más peligroso ayer, así que relájate. Está mejorando rápido, tan solo... tan solo no quiere despertar ahorita.

-Terrence ama dormir -mascullo, con certeza.

-Sí, él ama dormir. Irrumpir su sueño es el peor de los errores -se ríe-. Y me parece que tenemos algo de lo que hablar tú y yo.

-Yo te sigo, tú dilo.

Se sienta a mi lado y apaga el televisor, mientras yo mastico mis alimentos sin sal. Me ayuda a finalizarlos, y luego, deja la bandeja a un lado de la mesa.

-Corriste a socorrer a Terrence el día del accidente -murmura-. ¿Por qué?

-No podía dejarlo morir. Obviamente me preocupé por él. Creo que esto es más de sentido común que otra cosa -respondo, tranquila.

-Phoebe, te rompiste una pierna y un brazo al caerte de la motocicleta. Y de paso, estabas desangrándote como una catarata en tu interior -bufa, como si yo realmente fuera la mujer más estúpida que haya conocido-. ¿Cómo hiciste eso? ¿Por qué? Ni siquiera lo viste caer, ni siquiera estabas tan cerca de él...

-No tengo la más mínima idea. Escuché el escándalo, Bradley -susurro, y solo recordar a Terrence tirado en la arena, desangrándose, mi corazón se parte en dos y mis ojos se llenan de lágrimas-. Tenía que saber qué sucedió, y detuve muy rápido la motocicleta. Tenía el presentimiento de que era él. Lo sabía, y el pánico me atacó cuando lo vi ahí tirado. Fue una de las cosas más espantosas que me pasó. Yo solo quería salvarlo.

No te arrepientas [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora