Capítulo 1

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-¡¿Cuándo va a ser el día en que no tomes mis cosas sin permiso?!- gritó Amy desde las escaleras.

Estábamos en la cocina, Tyler estaba sentado en una de las banquetas de la barra y con Gale preparábamos el desayuno.
Miré a Tyler, quien me miraba con cara de ayuda. Él sabía que enfrentarse a una Amy enojada era peor que enfrentarse a mil lobos.

-¡Te estoy hablando!- gritó Amy entrando a la cocina.

-¡Yo no tome nada tuyo!- le respondió su hermano.

-¡Ah ¿sí?! ¡Ahora resulta que mis cosas caminan y vuelven rotas!-

-Niños no griten ¿Qué paso, Amy?- pregunté, tratando de que resolvieran esto sin gritos.

-Revisé mi carcaj, me faltan flechas y las pocas que tengo están quebradas a la mitad.-

-Tyler...- aseveró Gale.

-¡Bien!- exclamó éste.- Si yo las tomé .-

-¡Maldito idiota!- gruñó su hermana.

Todo paso tan rápido y tan lento a la vez que de un momento a otro, Amy se encontraba encima de su hermano golpeándolo en el rostro.

-Lo heredaron por completo de tu familia.- dije en un suspiro, mirando a Gale.

-Mmmm... no lo sé. Cuando te conocí eras bastante agresiva.-

-Buen punto. Ayúdame a sepáralos.- dije tomando a Amy de las muñecas y haciéndola para atrás. Era muy fácil ya que tenía seis años.

-Basta chicos, saben que con la violencia dentro de la casa nunca llegan a nada.- hablaba muy serio para ser Gale.- Por eso, vayan a pelear afuera.- dijo señalándole la puerta.

Mis ojos se desorbitaron. Por un momento creí que Gale había encontrado la razón, pero luego volvió a ser el mismo de siempre. Por lo tanto no había nada de qué preocuparse.

Los niños miraron la puerta y salieron corriendo.

-¿Cómo lo hice?- preguntó mí esposo con un brillo en sus ojos.

-Creo que bien, pero te equivocaste con mandarlos a afuera a pelear.-

Me miró, después miró la puerta, me miró de nuevo y salió corriendo hacia a fuera.

No nos preocupaba que Tyler le haga daño a ella, porque eso sería imposible. Lo que nos preocupaba era que Amy le haga daño a su hermano, ya que ella mostró buenas aptitudes hacia las armas y la lucha, de hecho era una de las instructoras de lucha de la manada, junto conmigo, claramente.

Salí detrás de Gale y finalmente los pudimos separar. Tyler tenía su labio roto, pero nada de qué preocuparse.

-Ambos están castigados, Amy te quedas sin tus armas y un mes sin salir al bosque.-

-Pero...-

-Callada. Tyler, lo mismo va para ti. ¿Entendido?-

-Si, mamá.- dijeron los mellizos.

-Ahora entren.- les ordené.

Amy iba delante de mí, Tyler detrás de mí y por último Gale.

Estábamos desayunando cuando escuchamos un horrible grito proveniente del bosque.

-Parecía ser Hannah.- dijo Gale mirando hacia la ventana.- ¿Sientes algo?- preguntó mirándome.

-No.-

-Tendré que ir a revisar.-

-Ten cuidado.- le pedí antes de que desapareciera por la puerta.

-Tengo miedo, mami.- dijo Tyler abrazando mí pierna.

-Todo estará bien, cielo.- lo calmé. Miré a Amy y ésta solo desayunaba como si nada.

Los niños se fueron a jugar a la sala y yo me quedé limpiando.

Después de media hora pude sentir la presencia de Gale. Caminé hasta el living, miré por la ventana y él se acercaba junto a Hannah.

-¿Qué pasó?- pregunté.

-No lo sé, me atacaron en el bosque.- se quejó ésta.

-¿Estás bien?-

-Se torció el tobillo.- habló Gale.

-Déjame revisarlo...- dije y ella soltó un gemido.

-¿Pudiste ver sus caras?-

-¿"Sus"? ¿Eran muchos?- pregunté.

-Solo eran tres y no, no pude ver sus malditos rostros.-

-La gente del pueblo está comenzando a pasarse de la raya.- habló Gale.

-No creo que hayan sido los del pueblo.-

-¿Cómo estás tan segura?-

-Ellos no son criminales, Gale.-

-¿Tan bien los conoces?-

-Ella tiene razón.- interrumpió Hannah.

-¿Qué?- preguntó Gale.

-No eran personas del pueblo, pero podía sentir algo raro en ellos. Un olor raro, difícil de explicar.-

-Esto es muy raro.- susurró Gale.

-Ya está.- dije cuando terminé con el tobillo de mí cuñada.

-¿En serio? No sentí nada.-

-Pruébalo.- la incité y ella apoyó su pie en el suelo.

-Es genial tenerte como cuñada.-

-¿Gracias?- dije con una sonrisa.

-Tengo que irme. Gracias por todo.-

-¿Segura que estarás bien?- pregunté preocupada.

-Segurísima.- respondió ella.

-Te acompañaré.- le dijo Gale.

Ella rodó sus ojos azules y accedió. Los dos se fueron y yo preparé a los niños para ir al pueblo, tenía que pasar por el súper a comprar algunas cosas para la casa.

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Amy en multimedia

Dulce Destino [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora