Al otro día...
-¡Woow!- exclamó sorprendido Gale cuando la quinta navaja quedo ensartada en la diana.- Cada día mejoras más.-
-Tengo que hacerlo.- contesté jadeante.
Estábamos en el bosque, algo alejados de la casa, yo estaba entrenando y él me miraba.
-Amo verte entrenar.-
Se acercó a mí y plantó un casto beso en mis labios. Nos separamos y me quedé mirando ese par de ojos grises que me producen tantas sensaciones, que me hacen querer gritar por tener a mi lado al hombre de mi vida.
-¡Acá estas, maldita cucaracha despreciable!- gritó alguien detrás de mí.
Volteé bruscamente para ver quién era el que gritaba y ví a Jeremy acercándose a nosotros con paso decidido y la cara roja de furia.
Gale se puso delante de mí, en señal de protección.
-¿Qué pasa, Jeremy?- preguntó él.
-Me decepcionas, Gale.- le contestó Jeremy.- Pensar que antes odiabas a estas horribles criaturas...- dijo señalándome con asco.-... y ahora das la vida por una de ellos.- le escupió.
-Es mi esposa, la Luna de esta manada y dueña de la casa que te acogió a ti y a tu manada, así que te ordeno que la trates como tal.- bramó Gale.
-Bien. ¿Sabías que ella asesinó a Fred?-
Gale apretó mi mano con fuerza, pero no porque yo tenía miedo, si no para que no me largará encima de ese idiota.
-Si, tu "esposa" mató a mi hermano.-
¿Cómo se enteró?
-¿Cómo estas tan seguro de que fue ella?- le preguntó Gale.
Jeremy pestañeó unas cuantas veces y titubeó antes de contestar.
-Es la única Murdok por aquí.- contestó.- Sabes la historia, la conoces, Gale. Ellos se han encargado de matar a casi todos nuestros antepasados.-
En cuanto comenzó a decir eso sentí que un horrible nudo se formaba en mi garganta. ¿Cómo se atrevía a mencionar el asesinato de lobos y vampiros, cuando su raza mató a mis padres?
Mi respiración comenzaba a hacerse más agitada y mis pulsaciones se elevaban a cada segundo que pasaba.
-¿Qué se sintió matar a un lobo, cariño?- preguntó él con una sonrisa burlona.
-¡Déjala en paz!- le gritó Gale, quien apretaba con fuerza mi mano.
-No lo voy a hacer.- le contestó.- Vinimos a este...- miró a los árboles y continuo.-... horroroso lugar por una y solo una cosa y no nos vamos a ir hasta conseguirla. Mejor dicho... no nos vamos a ir.- chasqueó sus dedos e inmediatamente aparecieron cinco lobos de entre los árboles y comenzaron a rodearnos.
-¡¿Qué es esto?!- exclamó Gale, posicionándose adelante de mí.
-Tratamos de hacer esto por las buenas, Gale.- le contestó Jeremy.- Intentamos matar a tu esposa, pero la muy zorra sobrevivió.- masculló.- Ahora los mataremos a los dos.-
-Sabes que eso no funcionará, mi familia se hará cargo de la manada.-
-Te mencioné que también ellos van a desaparecer.-
En ese instante, los mellizos pasaron por mi cabeza. Solté la mano de Gale y corrí hacia Jeremy, con las dagas en alto, pero antes de que pudiera siquiera tocarlo, un lobo me tacleó y cayó encima de mí. Trató de desgarrar mi garganta, pero fui más rápida y clavé ambas dagas en su cuello, bañándome de su asquerosa sangre.
Se desplomó sobre mí, aplastándome, salí de debajo, miré a Gale y éste estaba en su forma de lobo peleando con los cuatro lobos restantes y un lobo blanco con la cola negra, que supuse seria Jeremy.