-Dime que no es cierto.- habló Dann con una sonrisa en la cara, la cual se fue borrando de a poco.- ¡Dime que no es cierto!- exclamó.
-Alex ¿es verdad?- preguntó John, un poco más calmado que su hermano.
Danniel se acercó a mí y movió mi remera para descubrir mi clavícula. En cuanto vió la marca casi se cae.
-¿Te casaste con un lobo?- preguntó enojado.
-Sí. ¿Pudieron ver al Alpha de la manada?- le pregunté al chico que dió la noticia.
-Sí y está escoltado por dos lobos, uno marrón y otro negro.-
El lobo de Nick es negro y el de Mike es marrón.
-¿Con el Alpha de una manada?- volvió a preguntar.
-Si.- contesté.- Por favor, si realmente dicen ser mis hermanos y si realmente me quieren, déjenme salir con ellos.-
-¿Siquiera estás pensando en lo que nos estas pidiendo?- preguntó irónico Danniel.
-Si no lo hacen, esta noche correrá sangre en esta cabaña.- les advertí.
John no hablaba, parecía estar meditando cuidadosamente su siguiente paso.
-Nosotros estamos más armados que ellos. Si ponen una sola pata en este territorio no dudaremos en disparar.- masculló Danniel.
-No te atreverías.- lo desafié.
-¡Vas a decirme que prefieres a una asquerosa manada de lobos que a tu verdadera familia!-
-¡Creas o no, esa asquerosa manada de lobos como tú la llamas, cuido de mí desde el primer momento en que me vieron y jamás me abandonaron como lo hicieron mis padres!- le respondí.
-¡No tenían elección! ¡Su raza se encargó de que no tuviéramos a nuestros padres! ¡Y ahora tú prefieres irte con ellos y darle la espalda a la familia!-
-¡Van a matarlos si no me dejan salir!
-¿Realmente te preocupas por nosotros o te preocupas por ellos?-
-Por ambos ¡Ahora déjame salir!- le grité.
-¡No!-
-Suéltala y que salga.- habló finalmente John, dejándonos a Danniel y a mí sorprendidos ante su petición.
-¿Qué?- preguntó Danniel.
-Ya me oíste, Danniel. Hazlo.-
Dicho eso se marchó con el otro chico, dejándome solo con "mi otro hermano", quien se acercó bufando a mí y abrió la esposa.
-Gracias.- susurré.
Me puse los borcegos y él me hizo una seña para que lo siguiera.
Pasamos por el living y había dos chicos portando dos AK-47. Nos lanzaron miradas confundidas hasta que desaparecimos por el corredor y llegamos a la lavandería.
Danniel volteó a verme y pude ver que la luna iluminaba sus oscuros y cristalizados ojos marrones.
-Hace frío afuera.- dijo tendiéndome mi tapado.
-Gracias.- respondí, tomándolo y colocándolo en mi cuerpo.
-¿Segura que estarás bien allá afuera?- preguntó señalando la puerta.
-Son mi familia, no me harían nada.-
Ambos quedamos en silencio.
-Lamento lo que dije...-
-Olvídalo.- me interrumpió él y se me quedó viendo.- ¿Puedo abrazarte?- preguntó y me sorprendí ante su petición.
Asentí temblorosa y él me rodeó con sus brazos. Levanté mis manos y también lo abracé.
-Gracias.- dijo una vez que nos separamos.- Cuídate ¿sí?-
Asentí y salí por la puerta. Caminé tres metros y me volteé para ver la cabaña. Danniel estaba con su frente pegada al cristal. Levantó su mano en modo de despedida, lo imité y me alejé de la cabaña.
Realmente me rompía el corazón dejarlos, pero no podía hacer nada para evitarlo. Estaba un 85 % segura de que esos chicos decían la verdad, el otro 15 % desconfiaba de que fuera verdad, es decir, los archivos en el orfanato decían que nunca tuve hermanos, además de que era una de las pocas que no tenía un apellido. El apellido "HeavensBinnsh" lo inventé en cuanto me enlisté, ni siquiera tiene un significado.
Al cabo de unos minutos pude visualizar aun lobo blanco y a otro blanco pero con una mancha negra en el hocico y sus cuatro patas.
<< Hannah y Ámbar>> pensé y me acerque a ellas sigilosamente para observarlas mejor y ver si eran ellas.
En cuanto me vieron corrieron a mí y juntas caminamos hacia donde estaba Gale, quien corrió hacia a mí en cuanto me vió.
-¿Dónde estabas? ¿Te secuestraron? ¿Te hicieron algo?- preguntó mentalmente.
-No, no me hicieron nada. Ni siquiera me acuerdo que pasó.- mentí.
-Súbete. Cuando lleguemos a casa tendremos mucho de qué hablar.-
Subí a su lomo y comenzó a correr, escoltado por Nick y Mike. En el camino pude ver que varios lobos, casi toda la manada, se nos unía, abriéndose paso entre los árboles y la nieve.
Los chicos de esa cabaña no habrían tenido posibilidades de salir con vida si comenzaban una pelea allí mismo.