-Este lugar es tan pacífico.- dijo Amy sacándose el carcaj del hombro y dejándolo en el suelo.
Estábamos en el lago, junto al manzano. Mi lugar favorito. Por alguna extraña razón, éste manzano aún no moría, lo que no es normal. Seguramente tenía alguna clase de magia o algo por el estilo.
-Sí que lo es. Es hermoso. Cuando aún no salía con tu padre, me encantaba salir a correr por el bosque y venir a comer una manzana de este árbol, hasta que tu tía Ámbar trató de comerme.- dije y ambas comenzamos a reír.
Nos quedamos en silencio hasta que ella decidió romperlo.
-¿Tu y papá discutieron?- preguntó tímida.
-No, cariño. Solo hablábamos de algunos asuntos de seguridad. No te preocupes.-
-¿Qué pasará...? ¿Qué pasará si no me convierto en una loba?- preguntó y pude sentir una oleada de miedo emanando de su cuerpo.- ¿Y si me convierto en una Murdok? O en algo peor... una simple humana.-
-Cariño, no debes preocuparte por eso. Seas loba, Murdok o humana, lo que no tiene nada de malo, vamos a seguir queriéndote.-
-Pero... ¿Y si la gente de la manada no me acepta?-
-Van a aceptarte quieran o no. Eres la hija de su Alpha, no pueden darte la espalda.-
-¿Y si papá deja de quererme?-
-Él va a seguir queriéndote, seas lo que seas.-
Nos quedamos en silencio, nuevamente.
-A veces me gusta imaginar cómo será mi loba.-
-¿Y cómo será?- pregunté.
-Pelaje negro y ojos grises.-
-Puede que se parezca al de tu hermano. Después de todo son mellizos.-
-Buen punto. ¿Cómo fue que papá te encontró?- preguntó ella mirándome.
Sonreí al recordar ese momento.
-En realidad él tropezó conmigo y mojó toda mi blusa con jugo de frutilla.-
-Qué romántico.- dijo ella con una sonrisa de enamorada.
-No lo fue, para nada.- dije soltando una gran carcajada.
-¿Por qué no?-
-Verás, él no tropezó, él volcó ese jugo en mi ropa para que yo dejara la fiesta...-
-¿Fiesta?-
-Si, nos habían invitado a una fiesta, separados obviamente. Pero él hizo eso para que yo regresara a casa sola. Vacío mi tanque de gasolina para que yo me quedara varada en la ruta y me siguió para "rescatarme".- dije haciendo comillas con mis dedos.- pero él muy idiota casi se lleva un balazo en la frente. Cuando estábamos a punto de llegar a la casa, él comenzó a decirme que era suya y otras palabras más. Obviamente yo tenía ganas de partirle la cara. Traté de zafarme de su agarre pero fue muy difícil y me llevó a su casa, que ahora es la casa de tus abuelos.-
-La tía Hannah me contó que casi le clavas una daga en el medio de la frente.-
-Así es. Pero fue porque tenía miedo, no entendía nada y no sabía lo que estaba pasando.-
-¿Cómo va a ser cuando yo encuentre a mi mate?-
-Cuando tus fosas nasales comiencen a llenarse de tu olor favorito, es porque lo encontraste.-
-¿A qué huele papá?-
-A transpiración.- dije y ambas comenzamos a reír.- No lo sé con certeza, pero siempre me gusto su olor a limones y jazmines. En realidad no puedo sentir su olor, pero puedo sentir su presencia.-