Solté un pesado y sonoro suspiro mientras me sentaba y apoyaba mi espalda en la pared. Até mi pelo en una coleta y traté de reacomodar mis pensamientos abrumados. Hasta el momento sabía que ellos no podrían pasar a mi casa y eso me tranquilizaba, al menos tenía un lugar seguro.
Miré mi herida y no se veía nada bien. El sonido de mi celular hizo que me sobresaltara, miré la pantalla y era Gale, ignoré su llamada porque sabía que él no me podría ayudar. Tecleé un numero en la pantalla y esperé a que contestara, solo esperaba que no estuviera ocupado.
Un pitido, dos pitidos... mis esperanzas comenzaron a desvanecerse, hasta que pude escuchar su voz.
― ¿Hola?- contesto él.
― Hola ¿Estás ocupado?- pregunté tranquilamente.
― ¿Alex?- preguntó él nuevamente con un deje de emoción.- N-no. Estoy libre ¿Pasa algo?-
― Siiii. Necesito que vengas por mí.- sentía vergüenza por pedirle eso. Es decir hace como seis años que no le hablaba y ahora le estaba pidiendo ayuda.
― Seguro. ¿Dónde estás?- preguntó.
― En mi casa...-
― ¿Tu nueva casa o...?-
― La vieja.- lo interrumpí.
― En cinco estoy y me explicas todo ¿Si?-
― De acuerdo.- contesté y él corto.
Salí del ático y me dirigí al baño, me hice un vendaje improvisado. Revise el armario para ver si tenía algo de ropa y lo único que encontré fue una camisa que formaba parte del uniforme de capitana que usaba en el ejército y un tapado de cuero negro.
<< ¿En serio? ¿No dejaste ni una muda de ropa de emergencia?>>
Me puse ambas cosas y bajé en cuanto sentí el timbre.
Cuando abrí la puerta me encontré con el mismo chico que me trató como una vieja amiga en cuanto pisé el suelo del pueblo.
-Alex.- susurró mientras se acercaba a mí y me abrazaba.
-Hola, James.- dije mientras lo apretaba con fuerza.
-¡¿Cómo fue que te lo hiciste?! ¡Alex, por favor! ¡No pueden dejarte sola!- exclamó mientras conducía a toda velocidad hacia el hospital.
Yo solo lo miraba con cierta admiración. Parecía que los años no hubiesen pasado para él.
-¡Y no me mires así!-
-Lo siento es que hace mucho que no te veo.-
-Ya vamos a tener tiempo para hablar.- dijo tranquilizándose.- Ahora ¿Cómo te lo hiciste?- preguntó mirándome.
En ese momento quedé helada. ¿Cómo se suponía que le diría lo de mi "accidente"?
-Está bien no tienes que decirlo. Ya lo sé.-
-Sabes ¿qué?- pregunté.
-Fue Gale ¿no? Él te lastimó.-
-¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no!- exclamé.
-Oh por favor no mientas, Alex. Todos en el pueblo lo saben...-
-¿Qué cosa?- pregunté algo enfadada.
-Desde que te casaste con Gale ya no vas al pueblo. No te ofendas pero creo que es obvio lo que está pasando.- comenzaba a alterarse y yo no podía entender nada.- Gale te maltrata y te prohibió que fueras al pueblo.-
-¡Eso no es verdad! Voy al pueblo todo el tiempo...-
-Solo a comprar comida.- replicó él, iba a contestar pero él me interrumpió.- Ya llegamos.- salió del auto y yo me disponía a salir por mi cuenta, cuando él me tomó entre sus brazos y me cargó hasta el interior del edificio.- ¿Pensabas que te dejaría caminar con la pierna así?-
-Gracias.- susurré.
-Y... ¿Cómo fue que te accidentaste...?- el doctor miró mi camisa y abrió los ojos sorprendido.- Capitana.- terminó y me sonrió.
Era un hombre alto de pelo blanco y ojos azules. Parecía a Papá Noel.
-¿Capitana?- preguntó James mirándome.
-Larga historia.- le contesté haciendo ademán con la mano.- En cuanto a la herida...- miré al doctor tratando de que se me cayera una idea.-... estaba tratando de idear una trampa, pero la soga se zafó y la cuchilla se clavó en mi pierna con fuerza.- expliqué, agradeciendo a mi creativa mente.
-¿Y por qué no le pediste a Gale que te ayudara?- preguntó James, mirándome directamente a los ojos.
-Porque...-
-Estaba en el pueblo con los niños.- contestó rápidamente el doctor.- ¿Te molesta si rompo el pantalón? Es para ver mejor la herida.- me preguntó a lo que negué levemente con la cabeza.
Lo miré extrañada pensando en si era verdad que Gale estaba en el pueblo con los niños. ¿Qué hacía Gale en el pueblo?
-James ¿puedes salir un momento? Necesito privacidad para cocer la herida.- habló amablemente el doctor.
-Si, como no.- contestó éste y salió.
-La herida no es tan grave, Luna.-
-¿Me... llamó...?-
-Luna, sí. Pertenezco a la manada. ¿Cómo sucedió?- preguntó preocupado, pero no contesté.- Puede confiar en mi.- dijo ante mi silencio.
En ese momento entro Gale a la sala y me miró con preocupación.
-¡Alex! ¿Estás bien? ¿Qué sucedió? ¡Por Dios! ¡Qué bueno que estés bien!- dijo abrazándome.
-Alpha, lo mejor será que salga y después hable con ella.- habló el doctor.
-Está bien. Gracias Ben.- le respondió.
Me dió una última mirada y salió de la sala.
Ben por su parte se dedicó a cocer mi herida. Podría haberlo hecho yo sola pero estoy segura que mi costura quedaría como la de Frankenstein, ya que el cuchillo fue clavado en mi muslo casi atrás por encima de la rodilla.
-Bien, esto ya está. Ya conoces todo el procedimiento ¿no?- dijo él refiriéndose al mantenimiento que le tenía que dar a la herida.
-Si.-
-Bien. Tómate estas cada ocho horas.- dijo tendiéndome una caja de pastillas.- Y estas cada seis horas.- me dio otra caja.
-Perfecto.-
Bajé de la camilla y sentí una leve punzada de dolor.
-El corte fue muy profundo, no se curará de un día para el otro por más de que seas un Murdok ¿entendido?- asentí levemente con la cabeza y él me tendió un par de muletas.- Las necesitaras.-
-Gracias.-
Me acompañó hacia afuera de la sala y ahí estaba Gale esperándome. Quien se acercó y me estrechó entre sus brazos.
-Estoy bien, cielo.- dije separándome de él.
-¿Cómo se te ocurre salir sola?- dijo con lágrimas en sus ojos.- Oh Dios ¡Qué susto que me hiciste dar!- me abrazó nuevamente.
-¿Viste a...?-
-¿James?- preguntó mientras caminábamos hacia la salida.- Se fue en cuanto me vió. ¿No sé qué le pasó? Ven, déjame ayudarte con eso.- dijo mientras me ayudaba a subir al auto.
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James en multimedia.
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Pd: Sus votos no me molestan. Saludos y que lo disfruten.
:D