Capítulo 18

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Pasaron dos semanas y yo me sentía mejor, mucho mejor a decir verdad.

Aunque esas semanas fueron una tortura. Siempre veía como entrenaban Gale con los demás lobos y anhelaba poder estar bien para poder entrenar con ellos, pero traté de aprovechar mi incapacidad física para aprender a preparar todos esos remedios que hacia Nessy. Recuerdo la primera vez que entre a su "laboratorio". Era una habitación oculta entre el tapizado de la pared, la cual había ignorado todo ese tiempo. Adentro había muchas plantas, algunas frescas y otras secas.

-Es para molerlas y así usar sus hojas secas.- me explicó Nessy.

-Nunca ví estas en el bosque.- dije señalando una flor muy rara y muy bella.

-¡No!- gritó Nessy haciéndome pegar un salto e interrumpiendo a mi mano el poder de tocar la flor.- Linda, debes entender que hay ciertos cuidados que debes tener.-

-¿Qué?-

-Hay ciertas especies de plantas y animales que no debes tocar, por más bellos que se vean.- dijo mirando a la exótica flor.

-¿De dónde la sacaste? ¿Para qué sirve? ¿Es venenosa?-

-Me las trajeron de Escocia. Sirve para varias cosas, pero debes manipularla con cierto cuidado. Las plantas pueden sentir.-

-¿Inclusive las muertas?- pregunté.

-Ya, ya, ya. Basta de charla y ven a ver cómo preparo ese jarabe que tanto te gusta.-

En cuanto me mostró todo lo que le ponía casi vomito todo el desayuno, aunque creo que me desmayé debido a los olores que desprendía la poción y todas las cosas que Nessy cocinaba.

En cuanto a las pesadillas ya no las tenía y si las tenía ni me acordaba, debido a que probé hacer un jarabe para poder dormir, el ingrediente clave, la caléndula.

-Esto se ve mejor.- observó Eric mirando mi herida.- ¿Duele?- preguntó presionando cerca de ella.

-No.-

-¿Ahora?- pude sentir cuando presionó la cicatriz.

-Tampoco.-

-Bien, eso es todo. Tiempo récord ¿verdad?- preguntó sacándose los guantes de látex y refiriéndose a mi herida.

-Sí, creo que si.- respondí.

-¿Ahora si podremos ir al bosque?- preguntó Tyler emocionado.

-Claro que si.- le respondí y salimos juntos de la cocina.

Miré m por la ventana y todo se veía tan hermoso cubierto por un fina capa de nieve, que dentro de unas semanas comenzaría a ser más densa. Estábamos entrando al invierno.

-Ya casi es navidad.- dijo Gale abrazándome por atrás y apoyando su mentón en mi hombro.

-Si ¿Qué me vas a regalar?- pregunté con una sonrisa.

-Abrígate. Vamos a salir.- volteé a verlo y él me miraba con un brillo especial en sus ojos.

Subí corriendo las escaleras, me puse un jean negro elastizado, un pulóver verde, mis borcegos y por último mi tapado negro.

Cuando salí de la habitación pude ver Gale al pie de la escalera con una agradable sonrisa.

-¿Lista para su paseo matutino?- preguntó tendiéndome su brazo.

-Lista.- dije con una sonrisa y aceptándolo.

Ambos salimos de la casa, cuando me dí cuenta que él no iba abrigado.

Dulce Destino [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora