«Los recuerdos es la peor tortura que puede recibir una persona que quiere olvidar. Y su pasado el peor regalo que puede recibir si se trata de seguir. »
El viejo tapiz de mi departamento se está despegando, hay manchas de café en mi ropa, y mi aspecto no es tan agradable como puedo expresar, repaso mi sonrisa en el espejo de mi baño.
Una y otra vez, para pasar desapercibida por las grandes ojeras que predominan en mi pálido rostro. Ya ni el corrector disimula esa imperfección.
«Tengo que hacer esto, ya debo dos meses de renta»
Repaso el labial rojo que resalta las imprevisibles pecas que decoran mis pómulos de manera cuidadosa. Aferro mi bolso a mi hombro y salgo de ese lugar que en vez de ser mi alegría de llegar cada día es donde me hundo en mis problemas.
Sonrío porque es la única manera para que la gente no pregunte, no saque conclusiones. No me tengan pena.
Mi celular suena y lo saco de mi bolso.
—Melanie —la voz de Samara me provoca un sabor agridulce en mi boca. —sabes muy bien que lo hago por ti, te conseguí la entrevista, en menos de veinte minutos y tú tienes la libertad de no llegar —doy un largo suspiro. —solo...
—Tenía un problema que resolver, estoy en camino —que vil mentira—.si te sigo hablando me tardaré más Samara
Le cuelgo, sin esperar replicas por parte de ella. Acelero mis pasos, sin importar quien pase, quien me mire.
Estoy a punto de darme media vuelta y volver al departamento que se desmorona como yo. Y me recalco el porqué.
«Tengo que hacer esto, ya debo dos meses de renta»
No me gusta depender de nadie, y ahora mismo dependo de Samara, a ella le debo, no perder mi casa, poder comer y poder pagar los servicios básicos, y no lo soporto.
No recuerdo quien me lo dijo:
«Tu peor defecto es tu orgullo»
Pero qué razón tenía.
Ya al frente del gran edificio, me siento cohibida, pequeña e inferior, gente entrando y saliendo por la cristalizas puertas, que lo único que puedo ver en ellas es mi reflejo.
Miro al cielo y con un suspiro pesado entro.
—Disculpe ¿me puede decir su nombre? Es que no tiene identificación —una afable voz me llama la atención en todo el sofisticado lugar, y la gente hablando entre ellos con documento en sus manos.
La miro, la mujer me mira por debajo de sus pestañas, sus ojos son castaños al igual que su cabello. Sonrío al igual como lo practiqué.
—Mucho gusto, soy Melanie Rosell tengo una entrevista puesta por Samara Giler —ella asiente y teclea en su computador, siento las pesadas miradas sobre mí, hay tanta gente bien vestida que me siento mal por tener una mancha seca de café en mi blusa.
—Mucho gusto señorita Rosell, si ya la están esperando —no despeja su vista del computador. —es el piso quince, la primera puerta a la derecha
Asiento con un leve movimiento de cabeza, aferro mi mano a mi bolso y me dirijo con pasos firmes al elevador, sin bajar la cabeza, sin que me sienta inferior.
«Tu peor defecto es tu orgullo»
Entro al lugar de metal y presiono el botón del piso quince sin esperar a nadie, sabiendo que, se encaminaban rápido hacia aquí.
Me río entre dientes.
Las puertas metálicas se abren dando a conocer un lugar super espaciosos con escritorios esparcidos por doquier. Las miradas de reojos no pasan desapercibidas, con tal, soy una cara nueva y muy pálida.
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Giros Del Destino
Romansa"Para que nada nos separe, que nada nos una" -Pablo Neruda. Arquímedes Bernat un déspota, calculador en sus pasos, el mundo para él es como jugar al ajedrez, siempre va a ver un jaque mate y es él quien va a mover la primera pieza. Ve a las mujeres...