¡Y ha comenzado la fiesta!
¿Deberé cuidarme de los dioses ebrios?
Advertencia: Este capítulo tiene escenas fuertes. Lo recomendaría para mayores de 15+ y para Fanfiction caería en la categoría M.
Estaba lista, con un chitón blanco mostrando mi pureza e inocencia pero a su vez tenía un escote que mostraba mi espalda desnuda casi hasta llegar al termino de mi espalda, por el frente sin embargo no se podía decir lo mismo mi busto aun no era tan voluptuoso como el de Afrodita por lo que no me atreví a hacer demostración de este, pero si insinuaba bastante, no lo suficiente como para ser catalogado de atrevido o sensual, la seda se ajustaba muy bien a mi cuerpo mostrando las formas y adaptándose muy bien, debo mencionar que este lo sujete con un cinturón dorado dando varias vueltas creando así varias capas creando la ilusión de que tenia mas cadera, debajo del cinturón se podía apreciar que la seda si era muy vaporosa lo cual daba la impresión de estar flotando en las nubes y daba la impresión de que fuese más grácil de lo que realmente soy. El chitón era afirmado por dos broches de esmeraldas en la parte alta de mis hombros, haciendo juego con el lazo que se trenzaba con mi cabello, ¿mencione que una de mis piernas quedaba totalmente expuesta? ¿No? Bueno, ahora se los digo, pero me preocupe de que no se notara tanto.
"Kore, es hora de que te pongas la máscara ya han llegado todos los invitado incluso llegó quien gobierna el inframundo" este último fue mencionado en un susurro.
"Voy, voy, solo me falta lo último" El anillo, lo pongo en mi dedo anular, me pongo la máscara y me miro en el espejo por última vez, sí, luzco bien o eso esperaba. Salgo al fin de mi cuarto, Acacia me guía hasta el centro del salón, no podía ver nada estaban las luces completamente apagadas y a medida que me acercaba escuchaba ruidos grotescos.
"¿Qué está pasando?"Le susurro.
"No lo sé, pero tenga cuidado..." Ambas nos tomamos de la mano para no perdernos. Tontamente ella me suelta la mano para salir del salón espantada, realmente esos sonidos eran algo repulsivos y yo al no ver nada tropiezo. Pero alguien me agarra antes de caer.
"¿Te encuentras bien?" Es su voz... quedé helada sentí como su mano estaba agarrándome fuertemente desde la cintura. Intento mirarlo pero solo veo oscuridad, no distingo formas ni nada.
"Sí..." Susurro, luego cuando logro recomponer mi equilibrio, él toma mi mano y me saca de allí.
"Te dije que eran aburridas..." Su voz sonaba monótona pero yo estaba tan excitada por haberlo encontrado que incluso me pareció tierno.
"¿Qué estaba pasando ahí?"Intento enfocar mi mirada en algo para no quedar atrapada en sus ojos.
"Digamos que... es la hora del libertinaje, creo que no era buen momento para ser introducida a menos de que quisieras ser manoseada por quien sabe que o quien" Sonaba más serio de lo que lo recordaba, sentí que me miraba con reproche. Agache mi cabeza pero el pozo su mano bajo mi mentón e hizo que volviera mi mirada hacia él.
"Sin embargo creo que luces perfecta esta noche." Me sonroje creo que toda la sangre se me fue a las mejillas, mi corazón latía a mil por hora. Creo que estoy enamorada, tontamente e idílicamente enamorada de alguien que no era mi pretendiente lo único que sabía de él es que le gustaba la soledad y sin embargo ahí estaba conmigo, salvándome nuevamente, la primera vez me salvo de mi misma, y ahora de ser ultrajada por unos dioses pervertidos.
"Esperaba verte nuevamente no pensé que nos encontraríamos... tan rápido" Digo mientras agradezco que la máscara esconda mi rubor.
"Esperaba lo mismo." Tomo su mano y la llevo a mi mejilla, aquel contacto fue tan intimo que casi me olvido de respirar, cuando el vuelve a tomar mi rostro lo acerca a el suyo, sentía su aliento delante de mí, olía a menta, podía ver su rostro pálido bajo la luz de la luna y su máscara de un color violeta hacia juego con su túnica negra. Baje mi mirada pero él se mantuvo en la misma posición, y con un suave movimiento hizo que sus ojos y los míos se volvieran a encontrar, poco a poco nuestros rostros empezaron a acortar la distancia que nos separaba y para cuando sus labios tocan mi mejilla me sentí algo defraudada pero de igual manera me sentí feliz. Intento alejarme tratando de esconder mi decepción, él me acorrala contra una pared.
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A Requiem for love
RomanceEn un valle idílico, donde las flores y el encierro se contrastan para armar la más bella cárcel jamás antes vista. Mi madre, la diosa de los cultivos y la abundancia, es tan sobreprotectora como poderosa y hace de mi carcelero junto a mis queridas...