A veces los amigos... no son lo que parecen.
"Kore..." Susurro entre mis cabellos. Era Hades quien me tenía entre sus brazos, intentaba despertarme pero la verdad es que no quería hacerlo. Solo me acurrucaba entre él. A veces me sorprendía de lo bien que mi cuerpo se moldeaba al de él.
"Nn... no quiero despertar..." Dije mientras él ponía sus dedos sobre mi mejilla. Como si me invitara a despertar. Luego recordé que no lo había oído llegar. ¿será que acaba de acostarse? Si en algún minuto había tenido sueño, se había esfumado. Me levanté abruptamente quedándome sentada. Hades me miró sorprendido. "Por cierto..." Comencé "No recuerdo la hora en que llegaste mucho menos cuando te acostaste, ¿no te sientes cansado?" Pregunté. Ayer había sido un día bastante extraño, Hades se quedó hasta muy tarde discutiendo con Hermes quien quería llevarme de regreso al Olimpo con mi madre.
"No, no estoy cansado en absoluto." Respondía mientras alejaba algunos cabellos de mi cara. "Lamento que tengas que pasar por esto. ¿Crees que es egoísta de mi parte?" Preguntaba mientras me sujetaba con fuerza bajo las sabanas.
"¿Egoísta?" Repetí, no es como si le pudiera seguir el hilo mientras estaba enmohecida.
"Deseo que te quedes conmigo y sin embargo... todo el Olimpo se ha opuesto a ello... ¿deseas quedarte acá? Solo dímelo y por ti haría una guerra." Parecía más como si hablara para él. Deseaba decirle lo mucho que quería quedarme con él... pero después de anoche ya no sabía que pensar. Thánatos había sido claro en todos los aspectos y no podía dar pie atrás. Incluso si Hades pensaba que lo traicionaba, era la única manera de hacerlo.
"Hades... creo... que no es necesario llegar a esos extremos." Él simplemente rió, y me besó. Cuando comenzaba a retirarse lo jale hacia mí, después de todo... eran nuestros últimos días juntos y quería aprovecharlos. Ya lo había decidido, estaría con él, pero para ello debía volver.
"Kore, debo ir a encontrarme con Hermes..." Explicó o al menos lo intento.
"Pero... Hades... Hermes puede esperar." Le aseguré, el rey del inframundo quería replicar pero seguramente ya había cambiado de opinión. Tiré mis ropas y las de él. Sí, Hermes podía esperar. Solo rogaba por que las imprudentes de las ninfas no se aparecieran.
"Sabes que estás interrumpiendo una reunión importante ¿no?" Dijo mientras besaba mis hombros y mi cuello.
"¿De verdad? Yo pensaba que eso no era hasta en un par de horas más.... ¡Por Chronos! Que memoria la mía... seguro me han dado de beber del agua de Lete...." Nuestras manos se entrelazaban, por supuesto que en esos momentos cualquier obligación pasó a un segundo plano, Hades y yo en esos momentos pasábamos a ser uno.
No había pasado mucho tiempo para que Thánatos llegara y nos interrumpiera. Bufé molesta, incluso le increpé que podía tener el mínimo de respeto y tocar la puerta. Medio desnuda, media molesta me cubrí. Hades parecía divertido al verme así.
"Thánatos podrías escuchar a tu reina."
"Sólo escucho chillidos de su parte, sin ofender." Yo lancé otro chillido como él había descrito. Agarre mi chitón y lo pase por encima. No quería que entraran más visitas inesperadas y me vieran a medio vestir.
"¿Sucede algo?" Preguntó con el tono que solía utilizar cuando entraba en su faceta más diplomática. Lo odié por un minuto ¿Cómo era posible que no estuviese molesto? Nos interrumpen cada vez que pueden. Quizás yo estaba más irritable sabiendo que solo me quedaban pocos días con mi amado. Yo debería ser la que se auto denomina egoísta.
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A Requiem for love
RomanceEn un valle idílico, donde las flores y el encierro se contrastan para armar la más bella cárcel jamás antes vista. Mi madre, la diosa de los cultivos y la abundancia, es tan sobreprotectora como poderosa y hace de mi carcelero junto a mis queridas...