Capitulo 6: La canción.

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Entré al pequeño cuarto de baño y me duché. Mientras lo hacía meditaba, pensaba en lo raro que todo eso era, él estaba siendo demasiado amable conmigo, dudé que así fuera con todas las personas a las que secuestraban, o tal vez si, tal vez era una especie de trampa, yo no podía confiar en ellos. Salí de bañarme y tome una camisa del cajón que me indicó. Olía delicioso, me la puse, me vi al espejo y me sentí apenada, mi aspecto era terrible, mis ojos tenían ojeras y estaban hinchados, el golpe de mi pómulo se volvía un moretón enorme, mi cabello era un solo nudo. Entonces me vi ahí, preocupada por mi aspecto cuando ni siquiera sabía si me matarían al día siguiente. Me acosté, la cama si bien no era la mas cómoda del mundo así me lo pareció, sin embargo no podía dormir. Esa puerta no tenía llave y aunque la tuviera Ian dijo que Kenny se las llevo.

--- Soy yo linda, ¿Estas visible?--- Toco suavemente antes de preguntar.

---Si.

Cruzó la puerta y sonrió.--- Tengo las llaves.--- Dijo levantando un enorme llavero en el aire. Me percate de sus nudillos llenos de sangre pero no pregunte.--- Ese imbécil aun las tenía.--- Dijo tomando las gasas que dejó antes y limpiando la sangre.--- Pero puedes estar tranquila, dudo que lo reconozcan mañana.--- Sonreía.--- Es broma.--- Hizo una pausa.--- Dormire aquí, si no te molesta.--- No respondí.--- En el suelo claro.--- Agregó.

--- Claro.--- Dije.

--- Escucha linda, aprovecha para descansar, en unas horas debo devolverte a ese horrible cuarto. Ellos no pueden saber que te saqué de ahí. Kenny no lo dirá, tendría que contar lo que hizo y no le conviene.

---¿Porqué me ayudas?--- Pregunte con suavidad.

--- Ya te lo dije, me pusieron a cargo de ti.---- Dijo riendo.--- Yo debo vigilarte, eso incluye cuidarte. Mi propósito no es hacerte daño, volverás sana y salva con tu familia.

Sentí un pequeño alivio al escuchar eso, aunque pudiese ser mentira, pensar en poder volver a casa con mamá y papá era reconfortante.

Ian abrió el pequeño closet y comenzó a sacar cobijas que después extendía en el suelo. Se acercó a mi y tomo una de las almohadas a mi costado.

--- Trata de dormir, mañana sera un día largo, yo vigilaré la puerta, pero estoy seguro de que no se acercara.

Apagó el interruptor junto a la puerta y se acostó en el piso yo hice lo propio y me acosté en la cama. Ambos guardamos silencio, pero yo sabía que él no dormía.

---¿Me tienes miedo?--- Me soltó interrumpiendo el atronador silencio.

--- No lo se.--- Respondí.--- No se si puedo confiar en ti.

--- Te aseguro que puedes, yo tampoco lo haría, pero puedes.--- Hizo una pausa.--- ¿Te molesta si canto?

Casi reí.

--- ¿Cantar?--- Encogi las cejas en la oscuridad.

--- Si, me ayuda a relajarme.

--- Tal vez me relaje también.--- Dije y comenzó a cantar.

--- Whats wrong whit the world mama, people livin' like they ain't got no mamas.--- Voltee a verlo y alcance a ver como movía su mano de arriba a abajo. --- But we still got terrorists here livin' in the USA the big CIA.

Conocía la canción, y supuse que cantarla con él no me haría ningún daño.

--- People killin' people dyin' children hurt and you heart them cryin' can you practice what yo preach? Or would you turn the other cheek?

Él cantaba la parte mas rápida y yo la lenta, cantamos toda la canción.

---Eres una pésima cantante.--- Dijo entre risas cuando terminamos.

--- Oye.--- Reí también.

--- Gracias por acompañarme.--- Dijo.--- Aunque apestes, sirvió.

Yo no lo dije, pero también me sirvió. Me quede dormida en algún punto de la madrugada.

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La canción es Where is the love de Black eyed peas, si no la conocías, dejaré un pedazo en español.

¿Que esta mal con el mundo mamá?
La gente vive como si no tuviera madre.
Solo atraídos a las cosas que les causan traumas.
Pero si solo amas a tu propia raza,
Entonces solo dejas espacio para discriminar
Y discriminar solo genera odio
Y cuando odias estas limitado a enfurecerte...
Gente muriendo, gente matando
Niños heridos y puedes escucharlos llorar.
¿Puedes practicar lo que predicas?
¿O pondrás la otra mejilla?

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El bello síndrome de estocolmo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora