Capítulo 84: Juzgar

753 76 2
                                    

--- ¿Cómo te sientes?--- Me pregunta en tono serio pero con una sonrisa condescendiente adornando su infantil rostro.

--- Tranquila.

--- ¿La muerte de Kenny te hizo sentir tranquila?--- Pregunta de nuevo.

--- No, me hizo sentir impotencia.

--- ¿Porque?

--- Me hubiera gustado ayudarlo.--- Respondo con sinceridad.

--- ¿Sientes de alguna manera que fue tu culpa?

--- No.

--- ¿Porque?

--- Yo no puedo controlar lo que otros deciden.

--- ¿Cómo llevas tu día a día?

--- Estoy estudiando algo que descubrí que me apasiona. Espero pronto terminar mis estudios para comenzar a ejercer.

Estoy sentada en una cómoda silla, frente a tres hombres y dos mujeres de trajes elegantes del otro lado de dos escritorios, que me hacen preguntas y anotan cosas ocasionalmente.

La doctora que estuvo llevando mi tratamiento desde que todo comenzó, dirige las preguntas.

---- ¿Porque escogiste está carrera Dashia?--- Se inclina un poco hacia el frente.--- Después de lo que pasaste ¿No crees que debiste escoger algo que le diese paz a tu vida?

Sonrió por lo bajo, vuelvo mi vista a ella.--- Después de lo que pase, estoy preparada para enfrentar lo que sea.

Sonríe satisfecha.--- ¿Cómo es tu relación con tu actual pareja?

--- Es muy buena.--- Sonrió.--- Tenemos las mismas metas.

--- ¿Qué más puedes contarnos sobre él?--- Me pregunta la mujer a la derecha de mi terapeuta personal.--- ¿Cómo lo conociste?--- Me pregunta como si no lo supiera, como si esa no fuera la razón por la que estamos aquí.

--- Lo conocí en un momento difícil.--- Debía ser la milésima vez que hablaba de eso con alguien.--- Lo conocí en mi secuestro, él era un policía en cubierto que me cuido siempre y me saco de ahí. Él me salvó la vida muchas veces.

--- ¿Te sientes agradecida?

Sabía desde antes de llegar ahí que ellos harían esa clase de preguntas.

--- Me siento afortunada, muy afortunada por haberlo conocido. Y ¡Demonios claro que le agradezco! Siempre lo haré.--- La mujer anota un par de cosas más en su libreta.

--- Cuando estuviste secuestrada ¿Qué sentías?--- Cuestiona un hombre delgado y de lentes.

Pregunta más estúpida.--- Sentía miedo, mucho miedo, lo único que me ayudaba un poco para saciarlo era pensar en mi familia, y las promesas de Ian de que volvería con ellos.

--- Ian, ¿en algún momento te obligo a hacer algo que no querías?

--- Nunca, siempre intento que estuviera lo más cómoda posible.--- Respondí tratando de guardar la compostura ante tal insinuación.

--- ¿Cómo descubriste que estabas enamorada de él?

--- Lo sentí, poco a poco, lo sentí sobre todo cuando salí de ahí.

--- Que interesante, ¿Puedes explicarmelo mejor?--- Pide recargando su mentón en la palma de su mano.

--- Cuando estaba secuestrada mi mente era un torbellino de ideas y mi corazón un mar de emociones, estaba asustada, confundida y... Aterrada ante la idea de no saber si seguiría viva al día siguiente. Ian fue mi refugio ahí dentro, y sé que ustedes pueden pensar que esa es la razón por la que estoy con él, pero no me importa, no tengo el síndrome de Estocolmo, solo me enamoré de un hombre en una situación fuera de lo común.

El bello síndrome de estocolmo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora