Capitulo 32: Como él.

1.6K 164 16
                                    

--- ¿Qué piensas hacer después de la preparatoria?--- Me preguntó Ian después de meterse una palomita de maíz a la boca.

Dude unos segundos.--- No lo se.--- Respondí dudosa, estábamos acostados en el pasto, comiendo palomitas de maíz y viendo a lo lejos las luces de la feria.

--- Ya estás a punto de terminar.--- Me dijo.--- Tal vez deberías comenzar a pensarlo.

--- No lo se, no... No se en que soy buena.

--- ¿Qué te gusta?

--- No quiero escoger algo que me guste.--- Voltee a ver las estrellas.--- Quiero algo que... Me haga sentir que ahí pertenezco.--- Hice una pausa.--- Suena tonto ya se.--- Solté un risita nerviosa.

--- Si, lo es.--- Voltee a verlo sorprendida.--- Es broma.--- Rió.--- A que te engañe esta vez.--- Sonreí, hizo una pausa.--- No creo que sea tonto, pero tal vez nunca encuentres un lugar que te haga sentir asi.--- Voltee a verlo de nuevo.--- No siempre es lo que haces, a veces es con quien lo haces.--- Giro su rostro hacia mi. Me miro por unos segundos con sus grandes ojos azules, mi respiración se cortaba con los latidos fuertes de mi corazón.

Volteamos al cielo de nuevo.--- O porque lo haces.

--- Tu lo haces por tu hermano ¿cierto?

--- Él es una gran parte.--- Hizo una pausa.--- Pero no es solo eso. Me gusta sentir que puedo ayudar a alguien, que tal vez puedo ayudar a una familia a reunirse, a alguien a volver a casa.

--- Eso es admirable.--- Hice una pausa.--- Pero yo no he encontrado algo así.

--- Te verías muy sexy como policía.--- Sonrió.--- No digo que seas policía, pero puedes vestirte como una de vez en cuando... O como enfermera, o como colegiala.

--- ¡Oye!--- Empuje su hombro.

--- Es broma.--- Sonreímos.

--- ¿Puedo preguntarte algo?--- Dije después de unos segundos de silencio.

--- ¡ Oh no! Cuando las mujeres preguntan eso con ese tono es señal de que viene una pregunta difícil.

Volteé a verlo sonriendo.--- Parece que sabes mucho de mujeres.

--- ¿Esa era tu pregunta?

Gire mi rostro al cielo de nuevo.--- No.--- Hice una pausa.--- ¿Porqué me besabas?

--- ¿A qué te refieres?

--- Cuando estábamos solos. ¿Porqué me besabas antes de irte?

Se incorporó un poco, apoyo su peso en su codo sobre el pasto y se acerco a mi, me veía a los ojos.

Dios sus ojos eran hermosos.

--- Mirate, ¿Porqué alguien no querría besarte?--- Acercó su rostro al mio, unos centímetros nos separaban, podía sentir su respiración en mis labios, acerco su boca a la mía, mis ojos se cerraron automáticamente.--- Eres tan hermosa.--- Me susurró, recorrió mi mejilla con sus labios y su respiración tibia, el cosquilleo enviaba señales a todo mi cuerpo.--- Eres tan sexy.--- Me susurró de nuevo al oído, sentí su mano sobre mi cabello, tenía la piel de gallina y por alguna razón mi entre pierna se humedeció. Su mano reposaba en mi cabello, sus labios recorrían mi cuello, regreso lentamente a mis labios y me besó. Un beso largo, suave, precioso, sus labios perfectos y experimentados abrían paso a su lengua entre los mios.

Claro que me habían besado antes, pero nadie me besó como él.

El bello síndrome de estocolmo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora