Capitulo 25: Sensación.

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Todo está oscuro y percibo un olor a humedad, escuchó una gotera familiar, un escalofrío recorre mi cuerpo, una puerta se abre tras un estruendo chirriante, la silueta de un hombre se acerca a mi lentamente, intento levantarme pero mi cuerpo no responde, quiero gritar pero mis labios están sellados, la habitación se ilumina, un hombre parado frente a mi sonríe maliciosamente.

--- Esta vez nadie te va a salvar.

Comencé a mover mi cuerpo hasta que desperté, sudorosa en medio de mi habitación.

--- Solo fue un sueño.--- Me repetí, la sensación de terror seguía vigente dentro de mi, voltee a ver el reloj junto a mi cama, las 4:20 de la mañana, intente volver a dormir, pero ya era imposible, me asustaba volver a soñarlo, cada vez que cerraba los ojos la imagen volvía a mi. Pase el resto del tiempo pensando en otras cosas, recordando lo que había sido el día anterior, cada vez que mi mente intentaba abrir paso a los recuerdos malos la bloqueaba con otro pensamiento, solo esperaba que la sensación desapareciera pronto.

Horas mas tarde escuche a mamá tocando la puerta de mi habitación.

--- Pasa mamá.--- Seguía acostada en mi cama.

--- Buen día cariño.--- Entró rápidamente y se sentó a mi lado.--- Tienes unas ojeras terribles.

--- Si... No dormí bien.

--- Hay algo que tu padre y yo queremos comentarte, baja a desayunar.

--- Quisiera ducharme antes.

--- ¿Necesitas ayuda?

--- Solo para levantarme.--- Aparté las cobijas a un lado. Mamá se puso de pie y se dirigió al closet.

--- Sacare tu ropa.--- Dijo y comenzó a escarbar en el armario, me arrastre con las manos hasta la orilla de la cama.--- ¿Cómo sientes la pierna? --- Me preguntó sin voltear.

--- Bien, duele un poco si intento apoyarla, pero ya se siente mejor.

Dejo sobre la cama un vestido negro hasta los tobillos. --- Creo que estarás mas cómoda asi.--- Dijo y se acercó para ayudarme a levantar. Apoye un brazo alrededor de sus hombros. --- Con cuidado.--- Me decía de camino a la regadera, me senté en el excusado y comencé a desabotonar mi blusa, pero me sentí cohibida de repente, voltee a verla parada en la puerta. -Claro... Yo traeré mas gasas para tu pierna.--- Parecía nerviosa, pero se alejo.

---¿Mamá?

--- Si cariño.

--- ¿Podrías... Poner seguro a la puerta antes? --- Su expresión se volvió oscura, sus labios se encogieron, pero lo hizo.

Seguí desvistiendome, abrí el grifo, quite las gasas sucias de mi pierna, pero ya se veía un poco mejor. Voltee al espejo, un enorme moretón asomaba en mi pecho, otros rodeaban mis brazos, y mis costillas, recordé la herida de Kenny en mi pómulo, lo recordé golpeándome... Lo bloquee, me aparte rápidamente del espejo y entre al agua tibia. Tallé mi cuerpo con fuerza, recorrí cada rincón con la esponja y lo frote hasta que dolía, llore, llore bajo el agua sin querer recordar, no recordé, no sentí, no cerré los ojos para no verlos, pero aun así llore, las lágrimas salían por si solas pero se perdían con el agua que mojaba mi cuerpo.

--- ¿Cariño? ¿Está todo bien? --- Mamá tocó la puerta.

Tarde un poco en responder.--- Si mamá, ahora salgo.

Cerré el grifo y me envolvi en la blanca toalla, avance tomandome del lavabo y el excusado hasta la puerta.

--- ¿Mamá?

--- Si cariño.

---¿Podrías pasarme algo mas... cubierto?

--- Pero si amas ese vestido.

El bello síndrome de estocolmo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora