--- Ian tengo miedo.--- Le dije casi en un susurro, acostada en su regazo, mientras escuchabamos una canción del reproductor, cada uno con un auricular.
--- Yo también.--- Me susurro de vuelta.--- Pero vas a estar bien, solo confía en mi y haz lo que yo te diga. ¿Lo harás?
--- Si.--- Respondí en seguida.
--- ¿Aunque te pida que esperes?
--- Esperaré.
Hizo una pausa.--- En unas horas vendrán por ti.--- Me incorpore para verlo a los ojos.
--- Pa... ¿Para que?
--- Para llevarte.--- Hizo una pausa, el terror de la realidad estaba por hacer estallar mi corazón. Mis manos y mi cuerpo entero temblaban, me costaba trabajo respirar.--- Pero todo terminara pronto, solo espera, sabrás cuando correr.
--- ¿Correr? ¿Qué harás?
--- Cuando te diga solo corres, no mires atrás, no te detengas por nada, solo corres a donde yo te diga. ¿Entiendes?--- Me sostenía los brazos con fuerza y me veía firmemente a los ojos.
--- Entiendo.--- Asenti.
--- Antes no hables, no grites, no intentes nada, solo confía en que yo te diré cuando correr, y no permitiré que te hagan daño ¿Puedes? ¿Puedes confiar en mi?
Sus ojos azules reflejaban desesperación, me rogaba con la mirada que confiara en el. ¿Podía?
--- Si, yo... Confío en ti.--- Asenti. Sentí mis brazos liberarse de la presión de sus fuertes manos.
--- Tengo que irme linda.--- Se incorporo de la pequeña cama.--- Tal vez ellos vengan por ti antes de que yo regrese, así que recuerda, no grites, ni intentes nada estúpido, descansa.--- Me dio un beso en los labios.
--- ¿Qué va a pasar después de que regrese a casa?--- Pregunte.--- Con... Nosotros.
--- Yo... No creo que pueda ofrecerte algo muy alejado de esto.--- Me dijo desilusionado.--- Además tus padres no van a estar muy de acuerdo con que te enamores de tu secuestrador.--- Sonrio, no supe porque pero lo hizo.
--- Pero... Tu vas a ayudarme, ellos van a estar agradecidos contigo.
--- Yo estoy siendo parte de el evento mas traumante de tu vida, ningún padre estaría agradecido por eso.
--- Pero si yo se los explico... Ellos...--- Me beso de nuevo para hacerme callar esta vez un beso mas largo, intente no pensar en lo horrible que debía ser mi aliento.
--- Basta linda, cuando regreses a casa, volverás a tu vida normal, con adolescentes traumados, casi tanto como tú.--- Hizo una pausa.--- Es broma.--- Me dijo sonriendo.--- Y yo volveré a mis peligrosos negocios, si es que sigo vivo.
--- ¿Crees que ellos te maten?--- Pregunte asustada.
--- Creo que... Lo intentarán, pero tranquila, espero seguir vivo para espiarte de vez en cuando.--- Dijo al tiempo que me dedicaba un breve guiño.
--- ¿Me prometes que no te arrepentirás de ayudarme?
--- Voy a llevarte a casa, así sea lo ultimo que haga linda, te lo prometo.--- Sonreía, me dio un beso en los labios y se fue.
Seguí escuchando musica del reproductor, ya casi me aprendía la letra de la mayoría y la batería estaba por acabarse.
Escuché el tintinear de llaves de nuevo, escondí el reproductor bajo el colchón, la puerta de abrió y vi el precioso rostro de Ian, aunque inexpresivo, casi Sonreí, pero él no venía solo esta vez.
ESTÁS LEYENDO
El bello síndrome de estocolmo.
Ficção Adolescente¡¡COMPLETA!! Dashia Scott, estudiante de preparatoria, hija de padres millonarios es alejada de su familia y llevada a un lugar horrible, donde conocería el amor ¿O no? El síndrome de estocolmo o síndrome de identificación de supervivencia, es un e...