Juré No Enamorarme de Ti

26- Tenemos Química

David no puede creer aún lo que le he contado, y créanme que yo tampoco creo que eso haya pasado. Estamos en la clase de geografía y a mi amigo no se le ocurrió otra cosa que interrumpir a la mitad de la clase con un gran "¡¿QUE?!" Provocando que toda la clase se de vuelta en dirección a nosotros para mirar lo que estaba pasando, claro que entre estas personas está incluida

3 días después de lo ocurrido, y no he dejado de pensar en ello.

¡Aún No puedo creer que la he besado!

¡¿Estaba loco o en qué diablos estaba pensando en ese momento?!

Pero esto no fue lo único que me sorprendió, si no que Leyla en vez de apartarme como yo pensaba, me siguió el beso por unos instantes hasta que después se alejó de mi.

Y esto en verdad me sorprendió, es decir, unos segundos antes estábamos bailando y luego besándonos. Fue realmente extraño, ni siquiera pensé lo que iba a hacer, solo lo hice y ya.

Les puedo jurar que en ningún momento se pasó por mi cabeza la idea de la apuesta. ¡Lo juro!

No puedo negar que el beso me gustó, porque en el momento en el que Leyla comenzó a seguir el beso mi mente junto con todos mis pensamientos se esfumaron y solo me concentré en sus dulces labios que,por el momento, parecían no querer separarse de los míos, y solo podía escuchar los fuertes latidos de mi corazón.

Aún en este momento no lo encontrar la razón del porqué que reaccione de esa manera, quiero decir que, no encuentro una explicación lógica de lo que sentí en ese momento.

  —¡¿que ha pasado?! —dice Joseph sentándose en el lugar vacío que se encuentra al frente de David.

—nada importante —digo entre dientes

—¡¿cómo que nada importante?!

—¡¡Shh!! No grites David—lo regaño —nos van a llamar la atención de nuevo por tu culpa.

—¿alguno de ustedes dos pueden explicarme que rayos a pasado para que David grite de esa manera?

—te dire en otro momento, ¿quieres? Tenemos que terminar esto —levanto mis hojas llenas de ejercicios.

Joseph asiente desganado y vuelve a su lugar. Mientras que David y yo nos quedamos en un gran silencio, así que decido continuar con los ejercicios.

—no pensé que lo harías —susurra David después de unos minutos.

—¿que? —frunzo el ceño para dejar de hacer la tarea y mirarlo..

—no sabía que ibas a besarla. Pensé que no seguirías mis consejos.—me mira con seriedad.

—esa no era mi intención, y tú lo sabes.

—ya no importa. Por lo menos seguiste mi consejo, estoy orgulloso de ti —dice con una sonrisa burlona.

  —¿puedes explicarme que ha sido ese cambio de humor?

  —¿cuál cambio?

  —¡¿me estás tomando el pelo?! —digo notablemente frustrado— Me estabas matando con la mirada y después sonríes.

  —no sé de qué hablas James —rueda los ojos.

¡¿Y a este que le pasa?!