24- ¡¿Que rayos estoy haciendo?!

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De camino a mi casa, no he dejado de pensar, y lo sé, este último tiempo estoy muy reflexivo, es que es inevitable no estarlo.

Véanlo desde mi punto de vista, en primer lugar debo hacer una apuesta la cual aún no está completa, en segundo lugar, un trabajo que hace tiempo no termino, en tercer lugar, Julie repitiéndome todo el tiempo lo que ella piensa de Leyla, y por otro lado, mis sospechas sobre esto último.

Estoy metido en un gran problema.

¡¿En que rayos me he metido?!

Vengo pateando la misma piedra por la calle desde que he salido del colegio, como dice mi madre, estos días tengo la cabeza en las nubes.

Y hablando de nubes, hoy el día está muy nublado, no sé qué tiene que ver con lo que estaba pensando antes, pero no pude no contemplar que el clima se encuentra así.

Hace unos minutos he visto a Leyla con uno de sus profesores de la academia de baile en la que ella asiste, y según mis sospechas, él está persona a la cual Julie se refería hace unos días. Y con esto creo que mis teorías son ciertas, y lo que dice Julie puede ser verdad. Pero necesito que Leyla me lo confirme.

Claro que no sé lo preguntaré tan directo, quedaría muy mal decirle, "hey Leyla, me enteré de que te acuestas con uno de los profesores de la academia en la que asistes para pagar tus clases, ¿es cierto?"

Y cómo dije, eso suena totalmente horrible, y no solo en mi cabeza, donde mayormente surgen buenas ideas, y estás se escuchan mejor en mi cabeza, pero en este caso es todo lo contrario.

Ya estoy en la puerta de mi casa, y no me di ni cuenta en qué momento llegue.

Trato de despejar mi mente de todos estos pensamientos y atravieso el jardín de mi casa. Al abrir la puerta y entrar, me encuentro con mi madre esperándome con los brazos cruzados.

—¡James Carter! —oh no. Esto no es bueno —¡te he llamado miles de veces! ¡¿Por qué no contestabas?!

—lo siento —le digo apenado agachando la cabeza y dejando mi mochila en el sillón del living —deje mi celular en silencio, no me había dado cuenta.

—ahora lo sé—pone dos manos sobre su cadera —tu padre fue a buscarte al colegio hoy, podrías haber venido con él si hubieras contestado tu maldito celular.

—¿que? Pero yo no lo vi...

—justamente por eso tu padre te llamaba, para avisarte que estaba a unos metros de tu colegio, y tú jamás contestaste las llamadas. ¡Estábamos muy preocupados por ti!

—no lo sabía, lo lamento. ¿En donde está papá?

—ahora está en camino, después de no encontrarte y llamarme preocupado decidió volver a casa—su semblante se relaja —me tenías muy preocupada James. Pensé que algo malo he había pasado.—dice abrazándome fuertemente.

Después de soltarme, le digo:

—para nada, solo vine caminando. Y me atrasé un poco porque tenía que buscar a Leyla.

—es cierto, ¿en donde está ella? ¿No vino contigo?

—no, la fue a buscar un... amigo, creo. Si. No. No lo sé. En fin, viene con el.

—¿qué?

—nada, nada. Yo me entiendo solo. —agarro mi mochila nuevamente y me la pongo en mi hombro —subiré a mi habitación, cualquier cosa me avisas.

—claro cariño. —suspira —Me alegra que no te sucedió nada malo.

Asiento mientras me acerco para dejarle un beso en la mejilla, subo a mi habitación y comienzo a arreglar un poco el desorden de esta.

Juré No Enamorarme de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora