Juré No Enamorarme de Ti

11- Muy poco tiempo

Hoy es viernes, ¿saben que significa eso?

Exacto.... ¡me queda poco tiempo para entregar el informe del trabajo de literatura! Estoy demasiado nervioso, si bien, antes de ayer y ayer mismo estuve leyendo el libro sin parar, no he logrado terminarlo, y lo sé... soy muy lento leyendo libros, es que me tomo mi tiempo...

¡pero no! Yo no estaba hablando de eso...¡James no te desconcentres! ¡Vuelve al tema principal!

Retomando lo que estaba hablando hace un momento, no he logrado terminar ese libro, pero no porque me parece aburrida la trama ni nada por el estilo, solo que es demasiado largo. Y lo peor de todo no es solo el hecho de que no he terminado el libro, si no que también tenemos que representarlo de alguna u otra manera y digamos que yo no tengo mucha imaginación respecto a eso y tampoco me he detenido a pensar que podemos hacer.

En este momento me encuentro acostado en mi cama mirando al techo y pensando que puedo hacer sobre esto, pero no sé me pasa ninguna idea por mi cabeza. De todos modos, aún es temprano y digamos que, a la mañana, no tengo muchas ganas de pensar y menos imaginación.

Miro mi reloj y ya son las 7:20 A.m y aún estoy en mi cama sin hacer absolutamente nada. Sin ganas, Decido levantarme. Me cambio de ropa y bajo a la cocina a desayunar con mis padres.

A la única que encuentro es a mi madre que está preparando unas tostadas así que me acerco a ella y la ayudo a preparar café, mi madre se asusta al escuchar el ruido de la taza y se da vuelta, y se lleva una sorpresa al encontrase conmigo porque no me había visto, pero yo pensé que era lo contrario.

—lamentó asustarte madre, no fue mi intención —le digo dejando la taza en su lugar y me acerco a ella para abrazarla.

—está bien James, solo no te había visto.

—lo se, me acabo de dar cuenta —digo riendo. —¿quieres que te ayude?

—si no es molestia para ti.

—claro que no, voy a seguir preparando el café.

Después de unos minutos cuando el café y las tostadas ya están listas, las dejamos en la mesa y nos sentamos esperando a que mi padre llegue a la cocina ya que recién terminó de bañarse.

—tu padre me contó lo qué pasó con David —me dice mi madre después de un rato.

Oh, si, eso. Después de lo qué pasó ese día, cuando subí al auto mi padre me pregunto que había pasado porque tarde en llegar al auto, así que como le dije, se lo contaría en casa.

Al llegar, mamá aún se encontraba trabajando, así que nos sentamos en el sillón del living y le comenté todo lo que había pasado ese día, es decir, Las terribles actitudes de David, y que además lo había encontrado con Leyla. No sé si él quería pegarle o solo gritarle, pero llegue a tiempo antes de que algo similar pasara o eso parecía.

—¿tú sabes por qué el actúa así? —vuelve a hablar mi madre y yo solo niego.

—no, nadie lo sabe, hemos tratado de hablar con él tranquilamente, pero se niega a recibir ayuda así que nos hemos cansado de insistir, sé que es nuestro amigo pero él nos trató muy mal y eso no me parece bien. Además de que se está metiendo en muchos problemas.

—lo se cariño, ¿que piensan tus amigos respecto a esto?

—decidimos darle su espacio por el momento, ayer estuve hablando con ellos, y pensamos que es mejor que el arregle sus problemas solo ya que según él no necesita nuestra ayuda, pero si lo hace puede venir a hablar con nosotros, de todos modos seguimos siendo sus amigos.