40- Problemas.

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No puedo creer que el tiempo transcurrió tan rápido, han pasado meses desde que fue el primer día de pases, meses desde que me asignaron a Leyla cómo compañera en un trabajo, y también un tiempo desde que Leyla y yo nos hicimos amigos.

Y No puedo creer que todo esto ha pasado en tan poco tiempo, perdí a dos de mis mejores amigos gracias a mentiras y engaños por parte de ellos.

También comencé a tener sentimientos por Leyla, y todo esto que a pasado en en menos de un año y es muy extraño para mi.

—James, cariño, ¿te encuentras bien? —me pregunta mi madre preocupada.

—si, Creo que estoy en mi momento de reflexión, lo siento.

Ella ríe y niega con la cabeza.

—no tienes que disculparte, cariño. Lamentablemente tú eres igual a mi siempre me pierdo en mis propios pensamientos, así que no debes quejarte cuando no te presto atención. —me sonríe dulcemente —¿En que pensabas?

Quiero decirle sobre la apuesta, pero siento que aún no estoy listo. Necesito decirle todo a alguien, pero por más que sea mi madre, no sé cómo decírselo.

—nada importante —miento.

—entonces, termina tu desayuno. Estoy segura de que se ha enfriado tu café

Si, por más que nunca lo dije, me gusta él café matutino, no me juzguen, ¿okey?

—te veo algo nervioso —comenta mi madre después de un largo rato —¿tienes algo que contarme?

Si.

  —no —miento. —bueno, si. Pero no.

  —sé más claro, cariño.

  —algo pasa, pero no puedo decírtelo. —suspiro —siempre das excelentes consejos madre, pero esta vez no sé si puedo contártelo.

  —puedes hacerlo cuando sientas que sea necesario, estaré aquí para ti siempre cuando me necesites, sabes que puedes confiar en mi.

Dejo de tomar mi café para acercarme a abrazarla, después de darle un fuerte y largo abrazo, tomo los últimos sorbos que quedan de mi café y subo hasta a mi habitación, busco mi mochila y segundos más tarde ya estoy en la cocina despidiéndome de mi madre.

Ya se me está haciendo un poco tarde para ir al colegio, así que salgo rápidamente de mi casa para comenzar a caminar. Ya que mi padre hoy no ha podido venir a buscarme, por suerte, el día me acompaña, el cielo está completamente despejado, sin alguna nube en el mismo, y con un día muy caluroso.

En el camino, me encuentro con Joseph y Jack, los cuales me acompañan hasta el colegio.

Unas cuadras antes de llegar, seguimos hablando hasta qué Joseph cambia de tema.

  —todavía no nos has dicho lo que ha pasado entre David y tú...

  —... y no olvides a Julie —interrumpe Jack a su hermano.

  —lo he olvidado, pero tienen que prometer que no se lo dirán a nadie, ni siquiera ellos mismos deben saber que se los conté a ustedes.

  —puedes confiar en nosotros —dicen al unísono.

  —¿recuerdan que antes de que pasara todo esto yo estaba enojado con David? —ambos asienten —bueno, lo que había pasado fue que lo encontré tratando de muy mala manera a Leyla, me interpuse entre ellos ni bien los encontré, pero me molestó que él la tratara así, claro que, ninguno de los dos jamás me dijo porque eso ocurrió...

Juré No Enamorarme de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora