Leyla y yo seguimos en la misma posición concentrados el uno del otro, hasta que, Minutos más tarde, recibo la llamada de mi padre preguntando en donde estoy, haciendo que me separe de Leyla y conteste la llamada, le digo a mi padre que me espere unos minutos 10 minutos más que tengo un asunto que resolver lo cual es cierto, corto la llamada y vuelvo a prestar mi atención a Leyla.—¿por qué? —pregunto y ella me mira confundida —necesito saber por qué David te trato así, ¿fue por algún motivo en especial? ¿Que ocurrio?
—no te preocupes, James, el motivo es lo de menos.
—no, no me voy a quedar tranquilo hasta que me digas el tema del que estén hablando para que él se comporta así.
—no es nada importante.
—¿nada importante? —asiente —¡¿cómo que nada importante?! ¡él Estaba a punto de pegarte, maldita sea! —digo alterado agarrándome el pelo con ambas manos.
—James, debes tranquiliz...
—¡no! ¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! ¡El estuvo a punto de pegarte!
—...lo sé, tuve mucho miedo, jamás pensé que él llegaría a ese extremo, y tengo que agradecerte, porque si no hubieras estado allí él lo habría conseguido.
—Leyla, yo no quiero que alguien te haga daño —suspiro —por eso necesito que me digas lo que él te dijo.
Me acerco nuevamente a ella y la abrazo, Leyla inmediatamente me devuelve el abrazo. Unos segundos más tarde, me separo de ella, solo lo suficiente para que aún pueda verle el rostro.
—ya los he encontrado así en una ocasión, esta es la segunda vez. Tiene que ser algo grave para que él te trate de esa manera.
—yo... no puedo decírtelo —susurra.
Y en este momento, veo a una Leyla totalmente diferente a la que conocí, a la chica segura de sí misma, a la que no le importa lo que digan los demás; ahora solo veo a una chica temerosa, y preocupada.
—él... —trago saliva —¿él ya te había hecho daño alguna vez?
—no.
—pero, ustedes ya se conocían, ¿verdad?
—algo así —niega con la cabeza para después soltar un largo suspiro —no puedo decirte todo, no ahora. No en este momento.
—¿por qué no? Leyla, sabes que puedes confiar en mi, te aseguro que no se lo dire a nadie, además quiero saber porque él siempre te trata de esa manera, y no me lo niegues, porque sé que está no es la primera vez en la que él te trata de este modo.
—se que no tienes malas intenciones, James. —baja la cabeza —Pero no puedo estar segura si puedo contártelo.
—pero...
—confió en ti —me interrumpe hablando en voz baja,pero lo suficiente para que pueda escucharla —pero ahora quiero que tú confíes en mi. No te dire nada en este momento sobre eso, no quiero hablar, te lo dire en su debido momento, pero no es ahora.
—solo quiero cuidarte, no quiero que esto vuelva a ocurrir.
—puedo cuidarme sola, por más que no parezca, puedo hacerlo. Gracias por preocuparte por mi, lo aprecio demasiado —cambia el tono de su voz al igual que su mirada, pasando de una mirada temerosa a una totalmente fría —d-debo irme.
—Leyla....
—no. Ya basta, James.
—solo quiero que me digas la verdad, todo sobre David, debe haber algo que lo hizo reaccionar así.
—¡ya deja de insistir, ¡¿quieres?! —grita. Al darse cuenta de esto, suspira una vez más y vuelve a hablar más calmada— Esos son secretos que no si se te los revelare, no ahora, James. En serio, ya deja de insistir de una vez por todas. Eres un pesado cuando quieres...
—lo lamento, ya lo dije muchas veces, pero solo estoy preocupado por ti, y esta bien, tienes razón. Te dejare tu espacio, y cuando quieras hablarme, sabes que siempre estaré aquí para ti.
Leyla asiente con la cabeza, se acerca para darme un tierno beso y luego se va, dejándome solo.
Saco mi celular para ver la ahora y me doy cuenta de que ya pasaron mas de diez minutos, salgo corriendo del colegio y al frente del mismo, encuentro el auto de mi padre estacionado.
Entro a él rápidamente y me siento al lado de mi padre.
—lamento la tardanza —le digo mientras cierro la puerta y después lo saludo.
—quisiera saber el porqué de esa tardanza.
—es un tema muy largo, y en verdad ya estoy cansado. —suspiro profundamente —¿podemos ir a casa y te lo cuento otro día? —asiente mientras pone en marcha el auto.
(...)
Días más tarde, Leyla y yo nos encontramos sentados en la cama de mi habitación, la he invitado a mi casa ya descubrí que cada día qué pasa nos hacemos cada vez más amigos, y descubrimos que en verdad tenemos muchas cosas en común.
—¡no puedo creer que te guste esa serie! ¡Es una de mis favoritas! —dice mi amiga emocionada.
—para ser sincero,pensé que a nadie le gustaba y que yo era el único.
—al contrario, aquí hay otra fan —se señala así misma con su dedo índice mientras ríe y se levanta para comenzar a observar toda mi habitación en busca de algo nuevo que encontrar.
Ahora que me encuentro mirándola, no evito pensar en el beso que compartimos hace unos cuantos días, el cual me dejo más confundido de la que ya estaba.
Aunque quizás solo me beso como acto reflejo por haber estado allí cuando ella tuvo el problema con David, de todos modos no puedo evitar aquella sensación que sentí cuando comenzó a besarme, pero tal vez solo fue la impresión ya que no me esperaba.
Creo que solo fue un confusión momentánea, al igual con lo qué pasó en el parque, y nada más.
Tampoco hemos hablado sobre el tema de David y ella, no lo mencionaré hasta que ella esté lista, ya que creo que aún no lo está para contarme todo lo ocurrido.
—...y también creo que, además de todos lo que mencione, es otra de mis series favoritas, y sigo sin entender cómo encontraste esto —señala el póster de nuestra serie favorita. —¿me has estado escuchando?—enarca una ceja
—claro que si —mentira.
—¿sabes? —vuelve a sentarse a mi lado —aún no hemos terminado el proyecto, al menos la parte artística, y ya no creo que quede tanto tiempo en verdad. Nos hemos atrasado demasiado.
—¿y si hacemos otra cosa en vez de bailar?
—¿ahora quieres que cantemos? —suelto una carcajada y ella hace lo mismo —te recuerdo que el libro que elegimos se llama "bailar contigo es mágico" ¿y que mejor que representar algo que dice él mismo título?
—entonces, tendríamos que haber elegido un título con algo relacionado con el canto, ahora que lo pienso no es tan mala idea —rueda los ojos —cambiemos es título por, "cantar contigo es mágico" aun tenemos tiempo...
—ni lo pienses, además se tendría que modificar toda la historia, y no estamos a tiempo para ello. —sonríe burlona —no hay que hacer cambios a último momento, ven, levántate.
Se para nuevamente, esta vez enfrente mío y agarra mis dos brazos para después tirar de ellos.
—¿qué haces?
—tenemos que terminar la coreografía, ¡vamos! ¡Arriba! —sigue insistiendo hasta que logra levantarme.
La guio hasta el salón en donde practicamos la última vez. Y Ahora, de una vez por todas, vamos a terminar ese maldito trabajo.
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Juré No Enamorarme de Ti
Teen FictionTodo comenzó con una simple apuesta: ¿Cuál? Yo, James Carter, el nerd de la clase, tendría que enamorar a Leyla Russell. A diferencia de mi, una de las chicas más populares del instituto. ¿A qué se debe ésta inusual apuesta? La respuesta es más sen...