Juré No Enamorarme de Ti

36- sentimientos nuevos.

Aún sigo pensando en todo lo que confesó Leyla, por más de que ya pasaron varias semanas desde que eso ocurrió.

No estoy molesto con ella, es más, ¿por que tendría que estarlo? Solo me ha dicho la verdad, la cual yo sé la pedí.

Pero Lo que más me molestó es que, una vez más, Julie y David me mintieron. Ya no puedo confiar ni en mis mejores amigos, al menos, eso es lo que yo creía que eran. No logro entender la razón de  porque lo hicieron, seguramente para dejar mal a Leyla, ¿para que tanto? Ya comprendí que definitivamente se llevan mal.

Yo también estuve mal, por creer todo lo que me dijeron, es que... ¿cómo no poder creerles a tus mejores amigos? Se supone que ellos no tendrían que mentirte en ningún aspecto, pero lo hicieron de todos modos sin importarle nuestra amistad, aunque dudo que pensaron en eso.

Ahora que estoy Hablando de ellos, los he evitado desde la última vez que hablamos, tanto a Julie como a David. No creo poder estaría listo aún para enfrentarlos porque sé que les voy a decir todo lo que pienso en este momento sobre ellos, y no seria muy bueno que digamos....

Respecto a Joseph y Jack, como siempre, no entienden que es lo que ocurre, hay que entenderlos... ellos casi nunca se enteran de nada, al menos es lo que yo creo, pienso que Julie y David no le dijeron todo lo que me hicieron creer a mi, claro que, es solo una suposición.

—... si es que no te molesta, claro.—dice Leyla.

En este momento estamos en hora libre ya que el profesor de historia no ha asistido a clases, nos ha dejado una actividad pero ya la hemos terminado por los que nos queda tiempo de sobra.

—está bien —respondo sin tener idea de lo que me estaba hablando.

—...y después de matarlos los podemos enterrar en un pozo, ¿que dices?

—¡¿Que?! —grito mirándola sobresaltado y Leyla comienza a reír fuertemente.

Después de unos minutos en el que Leyla sigue riendo a carcajadas, sigo sin entender de qué diablos se ríe.

—podrías contarme el chiste y no reímos los dos juntos...

—sabía que no me estabas prestando atención —dice ya más calmada —he desperdiciado varios minutos de mi vida hablándote y no me estás escuchando. Pero bueno, como decía, quería saber si no te molestaba ensayar hoy, por más que ya tenemos casi todo listo me gustaría practicar unas cuantas veces para hacer uno que otro cambio, así mejoramos la coreografía y queda perfecta.

—me parece bien —asiento —¿en donde ensayamos? ¿Puedes en tu casa o vamos a la mía?

—no creo que a mis padres les agrade la idea de escuchar música y que me vean bailando, así que si puede ser en tu casa sería mucho mejor para mi. Claro que si no puedes lo dejamos para otro día, no te preocupes por ello, James.

—se que a mis padres no les molestará, al contrario, mi madre te adora. —Leyla se sonroja y luego me muestra una pequeña sonrisa.

Eso la hace ver muy tierna.

—¡James! Te estoy hablando —dice Leyla pasando sus manos al frente de mis ojos para que vuelva a prestar mi atención en ella —¿es solo hoy o siempre estás pensando? Por cierto, ¿En que pensabas ahora?