Pov Leyla.
El despertador vuelve a sonar por tercera vez consecutiva, está bien, lo admito, no me gusta levantarme temprano, pero ya entendí que debí hacerlo, ¡no es necesario que el despertador siga sonando!—en cualquier momento te tiraré por la ventana —digo enojada una vez que me levanté y lo apague.
Vuelvo a dejarlo en la mesita de noche a mi lado, y sin dudarlo, apoyo una vez más mi cabeza en la almohada.
Grave error, ya que volví a quedarme dormida.
Los rayos de sol que entran por la ventana hacen que poco a poco me despierte una vez más, me doy vuelta dándole la espalda a la ventana. Me fijo la hora en el reloj de la pared y ciertos los ojos.
Ya son las nueve, aún tengo tiempo para dorm....
¡¿Ya son las nueve?!
Rayos. Rayos. Rayos.
Me levanto de un salto y busco la ropa que me pondré ahora.
¡¿Como pudiste quedarte dormida, Leyla?! ¡¿Como?!
Ni bien termino de poner mi blusa, escucho que abren la puerta y segundos después, escucho mi nombre.
Rayos.
—¡ya voy! —termino de ponerme mis tacones y salgo de la habitación. Bajo las escaleras lo más rápido que puedo, pero antes de bajar el último escalón, mis zapatos me traicionan haciendo que tropiece.
—hey —me agarra de la cintura unos centímetros antes de que mi rostro se encuentre con el suelo y me ayuda a levantarme. —tranquila, nena. No quiero que mi chica esté lástima en un día tan especial como hoy.
—hola cariño —le doy un beso en los labios, aún atrapada en sus brazos.
—¿se puede saber por qué estás tan apresurada?
—no es porque me quede dormida ni nada por el estilo... —río nerviosamente.
—Leyla...—levanta las cejas.
—James.
—¿como pudiste quedarte dormida? ¡Y justamente hoy!
—te juro que me desperté temprano —hago un puchero con mi labio inferior —pero el sueño me ganó y volví a quedarme dormida, lo siento.
Suelta un suspiro. Besa mis labios con ternura y acaricia mi mejilla.
—solo te perdonaré porque no sueles quedarte dormida.—dice contra mis labios. — ayer viniste tarde del trabajo, y si no fuera por eso no sé si te perdonaría tan fácilmente.
—¿no? —dejo besos por todo su rostro.
—no.
—feliz aniversario, mí amor —le doy un casto y último beso.
—feliz aniversario nena, no puedo creer que ya son ocho años en los que estamos juntos.
—lo se, hemos tenido algún que otro altibajo, pero aún así pudimos superarlos. ¡Ya ocho años! Es imposible de creer.
—ni me lo digas, jamás hubiera pensado que la chica popular, rubia y de mechas rosas de la secundaria sería mi novia.
—¡hey! Ya no tengo mis mechas rosas. —toco mi cabello —ahora solo es rubio.
—y estás preciosa.
—tu no te quedas atrás, Carter —guiño un ojo divertida.
—bueno, señorita Russell, ¿ya está lista? —asiento con la cabeza —entonces, vamos al auto.
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Juré No Enamorarme de Ti
Teen FictionTodo comenzó con una simple apuesta: ¿Cuál? Yo, James Carter, el nerd de la clase, tendría que enamorar a Leyla Russell. A diferencia de mi, una de las chicas más populares del instituto. ¿A qué se debe ésta inusual apuesta? La respuesta es más sen...