Capítulo 3

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Las emociones encontradas que siento en este momento me hacen entrar en un tipo de trance en el estoy estática con la mirada perdida en un punto fijo pero mi mente va a dos por hora planteándose miles de situaciones posibles en las que ya no seré una tonta y me defenderé.

Reacciono de mi trance al sentir a Scarlett abrazarme. Cuando se aparta me dedica una mirada neutra intentando adivinar mi estado de ánimo para reaccionar. Normalmente ella me mira con pena y compasión, odio esa mirada, esa mirada dice "pobrecita Amy, hacen lo que quieren con ella y ni siquiera puede mirarlos a la cara", no quiero volver a ver esa mirada hacia mí nunca más.

Le sonrío indicándole que me siento bien y su sonrisa después de eso duplica la mía.

-¿Oíste lo que le dije? –Pregunté tímida como una nena que está aprendiendo a andar en bici y quieren que sus padres la miren para que se sientan orgullosos de ella.

-No solo lo oí, nena, ¡lo dis-fru-te! Esa es mi maldita chica que se hace valer –Me da una nalgada de orgullo y me largo a reír- ¿Viste la cara que puso el y los estúpidos de sus amigos mientras le gritabas todas sus verdades a la cara? ¡Dios! Fue un éxtasis.

-Cruzó la línea –Me justifico negando con la cabeza.

-¡Gracias al cielo lo hizo! Este es un antes y un después, Amy, debes aprovechar este momento como el comienzo de una revelación ante esos estúpidos –Scar no sería Scar si no exagerara y dramatizara las cosas un poquito.

-Lo sé, Scar, ya lo decidí, no importa cuánto me cueste pero revertiré todo esto, no quiero volver a pensar que venir al colegio es venir a sobrevivir de una humillación y maltrato en cualquier momento. No tengo idea de cómo lo lograré pero no volverán a meterse conmigo.

-¡Ay! –Scar da pequeños saltitos mientras aplaude rápidamente con sus manos- No sabes cuánto espere este momento, bendita sea la línea que cruzo Liam.

No estoy segura si el brote de adrenalina o la erupción de toda la bronca que estuve reprimiendo pero se me cruza una picardía malvada por la cabeza. Scarlett se da cuenta porque me mira con cautela.

-¿Qué estas tramando?

-Tengo que demostrar que las cosas no volverán a ser iguales –Solo digo y me echo a caminar directo al estacionamiento.

-¡Espérame! –Grita alcanzándome- Amy... –Alarga con cautela cuando estamos frente a la Triumph Thruxton de Liam.

Le dedico una sonrisa hipócrita de nena inocente antes de buscar algo en mi bolso. Si no me equivoco y esos estúpidos no sacaron más que mi cuaderno, aquí debería estar...

-¡Aquí esta! –Saco un compás a la luz.

-¿Estás loca? -Pregunta espantada.

-Creo que sí –Afirmo un poco asustada de mi misma al igual que Scarlett quien suelta una risita nerviosa mientras niega con la cabeza.

Con fuerza clavo la punta del compás en una de las ruedas, haciendo que esta se desinfle de inmediato. Me sorprendo de mi misma cuando lo hago y siento como el miedo me invade cargándome de adrenalina para hacer lo mismo con la otra rueda.

-Listo, mejor vámonos antes de que tenga que pensar en escribir lo que diré en tu funeral –Me dice Scarlett mirando en todas direcciones asegurándose de que nadie nos haya visto.

-Aguarda –La detengo para volver el compás hacia la moto pero esta vez hacia la pintura negra dejándole una dibujitos de decoración.

-Creo que se ve mejor ahora –Considera la rubia y suelta una risita. Ella lo está disfrutando tanto como yo- Bueno, traviesa Amy, vámonos antes de que nos maten –Ruega.

Odio AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora