Odio Amarte

Capítulo 10

Entramos a la cancha la cual está llena de alumnos, profesores y padres. Caminamos por la orilla de las gradas buscando un asiento vacío hasta que localizo a Louis por su grito.

-¡Chicas!

Subimos las gradas como podemos sin pisar a nadie hasta que llegamos a la pareja feliz. Todos gritan mirando a las porritas haciendo su show.

-No entiendo esto -Digo cerca del oído de Louis.

-Te explico -Aclara su garganta- Ellos -Señala a los chicos de rojo que están hablando con su entrenador- Son el equipo contrario. Nuestro equipo, que todavía no sale, son los de verde.

-Eso ya lo sé -digo rodando los ojos y riendo.

-Nuestro equipo, tiene que meter el balón en esa cosa redonda sin fondo -Señala el aro.

-Eso también lo sé -Frunzo el ceño.

-Entonces ¿Qué es lo que no entiendes? -Pregunta.

-Por qué están tan eufóricos todos, qué tan importante puede ser este partido.

-¡Es muy importante! –Me afirma Harriet casi indignada por mi pregunta- Si ganan este partido pasan a la final... -Se detiene porque todos los presentes comenzaron a gritar más fuerte- ¡Ahí vienen! –Harriet mira por detrás de mi hombro.

Me giro y veo a Liam quien entra trotando a la cancha en su uniforme y detrás de él, el resto del equipo.

Hablan con su entrenador por un momento y luego se reúnen en una ronda y gritan "Leones" Que es la mascota de la escuela.

Se posicionaron del lado derecho de la cancha y del lado izquierdo los del otro equipo. Las porristas, quienes están en la orilla de las gradas, comienzan a bailar mientras mueven sus pompones.

Un árbitro se para en medio de la cancha con el balón en sus manos y un silbato en su boca, a su lado está Liam y un chico, quien supongo que es el capitán del otro equipo. El árbitro hace sonar el silbato y tira el balón al aire. Ambos capitanes saltan para tomarlo, pero Liam es más rápido y captura el balón haciéndolo picar hacia el lado izquierdo, se ve obligado a pasar el balón y se lo pasa a Niall, otro jugador, quien está cerca del aro y cuando el balón llega a él, salta metiéndolo en la cosa redonda sin fondo, según Louis.

Todos en las gradas se pararon aplaudiendo y gritando.

Me quedo mirando a Niall, el irlandés del otro salón, el rubio simpático que me ha dedicado varias sonrisas en los pasillos. Es uno de los tantos idiotas del grupo de Liam pero siempre vi en sus ojos algo diferente, cuando no está rodeado de deportista, cuando solo es un chico más con su casillero a unos metros del mío, parece un chico encantador.

A comienzos de este año Scarlett me dijo que lo había pescado viéndome desde su casillero varias veces pero como yo iba tan sumida en mis pensamientos y en mi victimización, nunca le preste atención. Hasta que un día sin querer volteé mi cabeza y lo vi, girado su mirada rápidamente hacia su casillero, claro que estaba mirándome. En ese instante una pisca de ilusión paso por mi cabeza haciéndome sonreír y sonrojar. Los días siguientes estuve, sin querer, buscándolo con la mirada en los pasillos y la cafetería, también recibió un par de dedicatorias en mis poemas. Todos los días se me cruzaba la descabellada idea de que él se acercaría y me pediría salir con él pero eso nunca ocurrió, me creí una tonta esperando algo que claramente no iba a recibir, no me creía lo suficiente como para ser vista por un chico, así que borré esa ilusión de mi cabeza y volví a centrarme en evita a Liam lo más que podía.

Me doy cuenta de que me sumí en mis pensamientos mirando a Niall correr de aquí para allá en la cancha y vuelvo al partido luego de que esté volvió a encestar.