Capítulo 9

4K 236 8
                                    

Sebastián

Quizás deba subirme a lo más alto del edificio y lanzarme. ¿Porqué he reaccionado de esta manera? Sí, Sam se veía vulnerable y daba un cierto toque de pena verla de ese modo y más cuando las cosas, según he oído, le están saliendo demasiado mal pero yo no tengo porque estar abrazandola en este momento.

- Bueno ya - la rubia se aleja de mi limpiando sus lágrimas rápidamente.

Al menos alguien reaccionó.

Aclaro mi garganta y me maldigo por haber sido tan bueno con quien no debo.

- La propuesta está casi terminada. - sus ojos llenos de incertidumbre me escudriñan - La de navidad - aclaro - Me pusiste a cargo ¿recuerdas?

- Ah...eso. Sí, claro que lo recuerdo. - se aleja más de mi llegando hasta su asiento. - Quiero que mañana en la mañana se de una presentación de la propuesta, sin errores si es posible. - sus ojos no me miran, quizás la pared blanca de al frente sea mas interesante.

- Claro. - me dispongo a irme pero antes de eso ella me llama.

- Sebastián - volteo a verla - Lo que acaba de pasar en realidad no pasó. Nunca me viste llorar y nunca me ayudaste a calmarme. - asiento y salgo de su oficina.

Ruedo los ojos, un "gracias" hubiese estado mejor. ¿Porqué no puede dejar su orgullo y agradecer el inmerecido gesto? Pero por idiota me pasa, nadie me mandó ni me obligó a ayudarla. Pero ella es una malagradecida y lo único que pide es que olvide todo.

- Catherine, necesito que mañana se preparen tú y tu equipo para dar una presentación de la nueva propuesta navideña. - digo al llegar hasta la oficina de la chica.

Ésta sonríe al verme creo que le gusto y ella no está nada mal. - Por su puesto. ¿Estarás libre esta noche?

- No - volteo a ver a mi "jefa" ¿de dónde salió? ¿Y quién le ha dado potestad sobre mis decisiones? La miro serio.

Samarie

A ver Samarie, ¿por qué has dicho que no?

- Lo siento Cath pero Sebastián tendrá que quedarse tiempo extra, hoy llegó bastante tarde. - miento sin saber porqué y sigo mi camino ignorando sus miradas.

No estoy enojada pero tampoco estoy de humor. El abrazo y las ganas de Giordano por tranquilizarme me descolocaron lo suficiente como para que ahora no sepa controlarme del todo.

- Mira a quién me he encontrado. - sonrío al ver a Emilio con Iker.

- No sabía donde estaba. - respondo sincera refiriéndome al niño, creo que no le he prestado demasiada atención al pequeño torbellino en este día.

- Comienzo a pensar que es tu hijo. - me mira con los ojos entrecerrados.

- No pienses mal, sé cuidarme. - río - Él es el hijo de mi tía pero debo cuidarlo por no sé exactamente cuanto tiempo.

Emilio sonríe relajado y es en este momento en que me pregunto: ¿Qué rayos hace en mi empresa? No me molesta pero es extraño.

- Debería irme, vine a ver al jefe. Mis padres quieren hacer negocios con él. - río.

- Otro equivocado en este mundo. - niego con la cabeza. - Yo soy Sam Miller.

¿Quién es Sam? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora