Sebastián
Mi ceño aún sigue fruncido, mis ojos observan a Sam en busca de algún atisbo de broma pero no la hay. Su rostro es serio, duro, frío y parece hablar muy en serio. Sigo perplejo durante unos segundos más hasta que decido articular alguna palabra que me saque de mi confusión.
- ¿Qué acabas de decir? - su mirada sigue decidida, no se ve alguna vacilación en ella.
- Que estás despedido, Sebastián Giordano. - me mira durante unos segundos más y pasa por mi lado - Recoge todas tus cosas y lárgate. - cierra la puerta detrás de sí mientras que yo me quedo como un imbécil en el mismo lugar, sin comprender nada.
¿Qué le pasa a esta loca? ¿Sufre de bipolaridad o algo así? Sujeto el puente de mi nariz con fuerza, ella no me puede despedir así como así. ¡No me puede despedir!
Camino hasta la puerta abriéndola con fuerza, camino detrás de Sam, la cual acaba de doblar a la izquierda. Apresuro el paso conteniendo las ganas que tengo de matarla. ¿Cómo una mujer puede estar tan buena y loca a la vez? No puedo darme el lujo de ser despedido, ¡mucho menos por una mujer! Sería demasiada humillación.
- ¿Pero por qué? - me detengo de golpe al ver a Carla y a Sam hablando en medio del desolado pasillo. Me escondo detrás de la pared para no ser visto por ninguna de ellas mientras continúo escuchando su conversación.
No es que sea cotilla ni nada.
- ¡Pues por que sí! ¡Por que no lo soporto, no puedo estar en el mismo lugar que el....que el...! - Sam hace una pausa demasiado larga, al parecer está alterada.
- ¿No puedes estar en el mismo lugar que el padre de tu hijo? - abro los ojos con fuerza.
Entonces Sam sí está embarazada...Podría grabar esto y amenazarla para que no me despida...
Busco mi celular, lo desbloqueo y busco el grabador de voz, hago clic en el icono del micrófono y enseguida estoy grabando la conversación de mi jefa y su amiga.
- ¡No lo soporto Carla! Estaba tomada, jamás pensé que esto podría pasar...¡Eso nunca pasó con Flex! - se escucha desesperada, siento ganas de asomarme pero me controlo.
No entiendo una mierda.
- ¡Ahhh! ¡Flex! Samarie, ¿me harás caso al fin? Olvídate de él. - la castaña cambia de tema con tono cansino.
- Pues ya no tendrás más dolores de cabeza por mi causa. Lo de Flex y yo ya pasó a la historia... - ahora su voz es triste. Articulo un inaudible "que bueno". - Pero eso no es lo que importa ahora. Lo que es importante es que Sebastián se largue de aquí lo antes posible.
¿Y yo qué tengo ver en esto?
- No es lo correcto Samarie. - imagino a Carla negando con la cabeza.
- Ahora no me importa lo que es correcto o no. Yo no quiero estar cerca de él, no quiero verlo.
¿Yo qué le he hecho?
- Pero tiene derecho a estar cerca de ti.
¿Yo? ¿Por qué iba a tener derecho de estar cerca de una loca como mi jefa?
Resopla - Pues no me interesa.
- Sebastián es el padre del hijo que esperas y punto - sentencia con firmeza.
Mis ojos se vuelven a abrir tan grandes como los de un búho, miles de pensamientos de todo tipo inundan mi mente y no estoy seguro de haber escuchado bien.
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¿Quién es Sam?
RomanceSiempre es lo mismo ¿no? El jefe se enamora de su secretaria. ¿Pero que pasa cuando la jefa se enamora de su nuevo empleado, de su mano derecha? Todos conocían a Sam Miller como un gran empresario lleno de muchas influencias, lo que no sabían era qu...