¡Deben querer matarme por no actualizar! Lo siento mucho, en serio. Pero la universidad me tiene bastante ajetreada. Por lo cual he decidido regalarles este mega capítulo.
Ailed
Sebastián
Samarie se encuentra sentada en el mismo sofá que antes con la cabeza reclinada hacia atrás y con una mueca de dolor en su rostro que hace que me desespere.
- ¡¿Cuánto más va a tardar ese doctor?! - insisto mirando a mi madre.
El timbre se escucha resonar a través de toda la casa. Suspiro, al fin llegó.
Veo entrar a un hombre joven vestido con ropa formal cargando un maletín en su mano derecha.
- Lamento la espera. - se disculpa mirando a mi madre quien sonríe sin mostrar los dientes. - Ya me han explicado por teléfono lo que sucedió, necesito revisar a la paciente. - se acerca dejando el maletín sobre la mesa del centro para así abrirlo.
Cuando se gira, observa a Sam con un brillo en los ojos que no me agrada en lo absoluto. Miro a la rubia queriendo saber si ella también lo mira de la misma forma y para mi sorpresa es así. No sabría descifrar exactamente cómo es que ellos se miran. Es algo extraño y molesto.
- Doctor, ¿vino a hacer su trabajo o a mirar a mi prometida? - suelto molesto sin siquiera darme cuenta de lo que he dicho.
¡Ni siquiera le llegué a proponer matrimonio a Samarie!
Todos los ojos me acribillan al mismo tiempo que un fuerte codazo impactada mi costilla. Ignoro los quejidos llenos de celos de Nilia al igual que la curiosidad de mis padres al no saber sobre "mi falso compromiso". Al menos con eso logro hacer que el doctorcito ese deje de mirar a Sam y se ponga a hacer su trabajo luego de mirarme por unos segundos.
- Arie, debes ir al hospital para que pueda revisarte mejor. - le dice el doctor a Sam. ¿¿Por qué la llama de esa forma?? ¿Arie? - Por lo que veo la paciente se ha lastimado la operación. - dice en un tono de voz más alto para que todos lo escuchemos. - Llamaré a una ambulancia para que la vengan a recoger.
- ¿Tan grave es doctor? - se preocupa mi madre mientras que yo aún sigo divagando en ese extraño apodo...Arie.
- No es como que está a punto de morir pero debo revisarla. Llamaré a una ambulancia solo para llegar más rápido al hospital y que le den prioridad.
(...)
Cuando al fin despierto de mi trance, ya me encuentro en el hospital. Sam está siendo atendida mientras que la chica a mi lado habla molesta sobre mi interés por saber cómo se encuentra mi "falsa prometida".
- Nilia, si no quieres estar aquí te puedes ir. - digo enojado.
- ¿Después de lo de anoche? - chilla
- No me interesas y lo sabes. Solo me usaste...nos usamos mutuamente y listo. Yo a quien quiero es a Samarie, aunque estemos enojados. - término por sorprenderme al escuchar las palabras que han salido de mi boca sin titubeo alguno.
- ¡Eres un imbécil! - se va no sin antes empujarme.
De inmediato mi madre se acerca con una mirada desapronatoria. Sé qué le pasa, a ella nunca le ha agradado Nilia. Hago un gesto con la mano para que sepa que no quiero hablar sobre lo que acaba de suceder. No necesito regaños.
- No te hablaré sobre lo que acaba de pasar. Sino de la mentira que haz dicho hace un rato en la casa. - cambio la mirada por unos instantes - Sé que tú y Sam no están en los mejores términos en estos momentos. - abro la boca para hablar, sin embargo mi madre no lo permite. - Y también sé las razones. Sin importar que seas mi hijo te diré que no has actuado de la manera correcta. Cuando uno ama a alguien lo perdona. Y Sam se equivocó, pero tú también te equivocaste al ocultarle la muerte de Dominic. Debes entenderla y recuperarla, por que ustedes se aman y tienen un hijo. Y ese hijo aún sigue en cualquier parte del país por no dialogar y trabajar juntos para recuperarlo. Así que hazle caso a tu madre y recupera a quienes amas.
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¿Quién es Sam?
RomanceSiempre es lo mismo ¿no? El jefe se enamora de su secretaria. ¿Pero que pasa cuando la jefa se enamora de su nuevo empleado, de su mano derecha? Todos conocían a Sam Miller como un gran empresario lleno de muchas influencias, lo que no sabían era qu...