Samarie
Desde hace unos cinco minutos sigo con la cabeza en el cristal del auto pensando en qué hacer sobre lo que me dijo el mejor amigo de Sebastián. ¡Como si fuera tan fácil! Y no voy a negar que me da un poco de miedo volver a estar cerca y mucho más a solas con él. Pero tiene razón, aunque sea solo en lo que resta del embarazo Sebastián tiene derecho a estar ahí...Como quiera que sea, sin importar el derecho o no, no podría permitirme otro escándalo más. Eso acabaría con mi reputación y hasta con la empresa.
- ¿Te sientes mal? - la mano de Flex sobre mi rodilla me hace voltar a verlo.
- No pasa nada, solo estoy llena se trabajo en la empresa. - miento.
- ¿De qué vale mentirme Sam? Te conozco perfectamente. - estaciona el auto tan pronto llegamos al multipisos. - Desde que Walker y tú hablaron estás extraña.
Guardo silencio, no vale la pena inventarle otra excusa a Flex, él mismo lo dijo. Me conoce demasiado bien como para que yo pueda mentirle.
- Deberíamos bajarnos. - digo luego de un rato.
Para mi sorpresa Keenan no insistió más. Bajamos del auto dirigiéndonos a los ascensores en donde subimos hasta el quinto piso.
Tras esperar solo dos minutos la misma doctora de siempre nos sonríe pero como siempre, mucho más a mi acompañante. Sonrío de lado al recordar la primera vez que vine. Me molestó que ella le sonriera al rubio idiota, sin embargo ahora no me molesta que le sonría demás a Flex.
Cierro la puerta detrás de mi, o eso intento pues de un momento a otro se abre dejando ver a...
- ¡¿Sebastián?! - al instante los nervios y el temor se apoderan de mi.
Sebastián
Sus ojos me observan con sorpresa y temor. Definitivamente eso no me gusta, me siento mal al saber que ella ahora me teme. Por que aunque se haga la dura veo el temor en su mirada. Keenan se interpone entre nosotros haciéndome enojar pero debo controlarme.
Desde que Gerald me dijo que Sam y Keenan habían hablado algo sobre una cita insistí en seguirlos y ahora resulta que están los dos a punto de darle comienzo a una consulta médica de mi hijo.
- ¿Qué mierda hace este tipo aquí? - inquiero intentando contenerme.
- ¿Por qué no te largas Giordano? - Flex se acerca a mi intentando intimidarme.
- ¿Por qué no te largas tú imbécil? - digo con demasiado enojo acumulado.
Sus ganas de pegarme son casi visibles, no obstante Sam lo acerca a ella para que no intente nada.
La doctora aclara su garganta llamando nuestra atención - Hay demasiadas personas aquí. Necesito que se calmen porque podrían alterar a Samarie. - suspiro, no quiero hacerle más daño - ¿Quién es el padre del bebé?
- ¡Yo! - contestamos Keenan y yo al unísono causando que frunsa el ceño.
- ¿Tú? ¡Aquí el padre soy yo! - intento convencerme a mi mismo de que eso es cierto mirando a Sam quien solo observa su abultado vientre.
- Vamos a calmarnos. Sam ¿quién es realmente el padre del hijo que esperas. - la doctora mira a Sam insistente probablemente cansada de todo el teatro.
- Sebastián - susurra sin ánimos de mirarme a la cara.
- Pero Sama... - se queja Keenan.
- Luego hablamos, Flex. - al fin levanta la vista pidiéndole con sus ojos que se vaya.
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¿Quién es Sam?
RomanceSiempre es lo mismo ¿no? El jefe se enamora de su secretaria. ¿Pero que pasa cuando la jefa se enamora de su nuevo empleado, de su mano derecha? Todos conocían a Sam Miller como un gran empresario lleno de muchas influencias, lo que no sabían era qu...