Sebastián
Miro totalmente extrañado a Samarie. ¿Qué le pasa? Juraría que está loca. Hace unos segundos estaba con cara de asesina y ahora está ¡¿llorando?!
- ¿Q-qué te pasa? - genial ¿ahora tartamudeo? Miro a todos lados para ver si alguien más se da cuenta del grado de locura que tiene esta mujer pero cada cual está en lo suyo, hasta Carla quien se ha ido y ahora habla animadamente con un hombre.
El llanto de Sam se incrementa cada vez más y temo por los mocos que puedan salir corriendo de su nariz.
- Oye, oye, cálmate. ¿Qué te pasa? - intento buscar sus ojos para que conecten con los míos pero nada. ¿Por qué está así?
- Ti - llanto - e - llanto - nes - llanto - Tienes to - llanto - da - llanto, me estoy desesperando. Sujeto mi cabeza por ambas cienes, esto me sobrepasa. - la razón - llanto. - ¡Parezco un mamut! - pongo mi mano izquierda en mi frente mientras niego.
Acomplejada.
- Así es la vida Sam. Un día estás flaca y al otro gorda como un mamut, tú lo has dicho. - su llanto cesa y me siento satisfecho. Al parecer soy bueno calmando a la gente que anda chillando por tonterías. Su labio inferior se curva hacia abajo semejante a un bebé a punto de llorar, es entonces que vuelve a llorar pero con más fuerzas aún.
¿Quieren matarme ahora mismo? ¿Alguien al menos? Por que lo necesito.
Esta mujer es desesperante en todas sus facetas. ¡Por Dios!
- Samarie...
- ¡Cállate! - me interrumpe, veo su intento por pegarme pero me alejo de ella.
- Sam...
- ¿Por qué soy tan fea y gorda? - inquiere sorbiendo su nariz a la vez que me interrumpe una vez más.
La mataría ahora mismo pero lleva adentro a mi hijo o hija...
Me quedo en blanco al pensar en lo que conlleva ser padre.
En semejante lío te has metido Sebas.
- ¡Ya deja de llorar! ¡¿Tomaste?! ¡Por Dios no me digas que tomaste, eres una loca! ¿No lo hiciste cierto? - me desespero, mi hijo podría salir chueco por su culpa.
- Fea, gorda, loca...¿que más, eh? ¿Borracha? ¡Mi vida es un desastre! ¡Yo soy un desastre! - ruedo los ojos - ¿Y sabes qué? No tomé porque yo no soy tan bruta como crees. - ¿Cuándo dejará de llorar?
- Vamonos de aquí Sam. - pido con cansancio.
- ¡Per... - intenta quejarse pero la interrumpo.
- Pero nada. - la tomo de la mano en el mismo instante que alcanzo su pequeño y disimulado bolso. Camino con prisa hacia la salida. Un tumulto de gente se encuentra al rededor de nosotros y no me queda de otra mas que rodear los hombros de Sam para que se quede cerca de mi.
Ella, por su puesto se queja e intenta zafarse pero mi agarre se hace más fuerte, claro, sin lastimarla. Cuando al fin salimos de aquella discoteca, me dirijo al auto tirando de la mano de "mi jefa". Ya no hay razón para estar tan pegados.
- ¿En dónde está tu auto? ¿En China? - miro mal a la chica por lo desesperada que es pero no contesto nada. Un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar lo que sucedió hace unos meses en aquel país. Definitivamente me había dejado llevar.
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¿Quién es Sam?
RomanceSiempre es lo mismo ¿no? El jefe se enamora de su secretaria. ¿Pero que pasa cuando la jefa se enamora de su nuevo empleado, de su mano derecha? Todos conocían a Sam Miller como un gran empresario lleno de muchas influencias, lo que no sabían era qu...