Samarie
Camino a paso decidido por los pasillos de una de mis empresas en Rusia, hace unas horas he llegado y aunque casi no he descansado decidí que lo mejor es enfrentar las cosas lo más rápido posible. Por que así soy, me gustan las cosas claras y afrontarlas de una vez, sin rodeos...aunque no pueda decir lo mismo con todo lo respecto a la pulgita que crece dentro de mi...
- B-b-buenos días Señorita Miller. - una de las chicas de recepción me mira sorprendida y notablemente nerviosa. - No la esperábamos.
Sonrío ya que no tengo porque ser grosera con ella. - Buenos días. ¿Dónde se ubica el problema? - me detengo por un momento pues no había dejado de caminar.
Su ceño se frunce por un momento pero no tarda en comprender. - Si se refiere a su hermano, está en la oficina del jefe.
Asiento y continúo mi camino hasta el elevador. Presiono el botón que marca el último piso mientras espero "tranquilamente". Suspiro antes de salir rumbo a la oficina del hombre de cabello negro llamado William. Mi hermano es una caja de pandora así que nunca se sabe lo que hará. Lo quiero, lo quiero muchísimo pero es terrible, su comportamiento debe mejorar sin duda.
Abro la puerta y mis ojos al mismo tiempo que frunso el ceño. ¿Qué rayos está pasando?
- ¡DOMINIC! - alzo la voz más de lo que debo. - ¿Qué se supone que haces? - modero el tono mientras me acerco a él con el ceño fruncido.
- ¿Qué haces aquí y qué quieres? - retira sus manos del escritorio de Will y endereza su espalda girando hacia mi.
- ¿Qué hago aquí? Detener una estupidez tuya. ¿Qué quiero? Que me expliques qué estabas haciendo. - lo miro directo a los ojos de manera demandante.
- Yo....mejor me retiro. - volteo la cabeza viendo a Will demasiado incómodo con la situación. ¡Como no! Mi hermano estaba...
La puerta se cierra, entonces vuelvo a encarar a mi hermano.
- ¿Qué rayos te estaba pasando por la cabeza? - abro los ojos con exageración, estoy enojada y sorprendida. Will es gay, ¿y a mi hermano se le ocurre comportarse "extraño" con el? - No sé si fue mi "atrofiada" vista o qué pero estabas demasiado cerca de Will. ¿Es que acaso eres gay y no me habías dicho o solo intentabas persuadir al pobre? - alzo una ceja.
- ¡Deja de pedirme explicaciones! ¡No soy un niño! - se aleja de mi con enojo.
- ¡Ah no pero lo pareces! - lo interrumpo.
- Deberías ocuparte de lo tuyo hermanita. - sonríe con hipocresía - Déjame en paz. - da media vuelta y abre la puerta - Me verás en unos días por la empresa de Nueva York, ya sabes, para ocupar mi puesto. - inhalo y exhalo intentando no enojarme aún más. Le doy la espalda y él se va.
Prefiero mil veces que Dominic se comporte como un irresponsable a que ande de "malo" conmigo. No quiero estar enojada con él pero no hay nada más que hacer, no por ahora. Él no escucha razones y mucho menos si viene de mi parte.
- A tu hermano le pasa algo. - volteo al escuchar la repentina voz de Will.
- Eres como un fantasma, William. - lo regaño - ¿Por qué dices eso? - me siento en una de las cómodas sillas.
- Tú misma lo viste, está desesperado. Quiere arruinar la empresa, Samarie. - dice serio.
(...)
Un día más de trabajo, un día más en el que me levanto temprano para vigilar cada paso de Dominic. Es agotador estar pisándole los talones todo el tiempo para asegurarme de que no haga nada estúpido. Pensé que él estaría todo el tiempo discutiendo conmigo que al menos, me fastidiaría un poco, pero el silencio e indiferencia de su parte es lo único que obtengo.
Me levanto de la cama finalmente, ya no hay más remedio, esto es lo que hay. Me dirijo al baño y en seguida me desvisto. ¡Dios! Ya se está notando el abultamiento en mi estómago. Quizás, si fuera algo llenita no se notaría pero al ser delgada se hace notar mucho más. Al menos no soy un palillo.
Gasto todo el jabón líquido sin darme cuenta, suelto un "upss" al ver que el pote que estaba por mitad ya no tiene nada pero me encojo de hombros. Sigo en lo mío y cuando termino me visto, me peino, me maquillo, desayuno y me dirijo a la empresa.
- ¡Que bueno que llegas! - miro a Carla con el ceño fruncido, luego recuerdo que tengo hermano y comprendo su comentario.
- ¿Qué ha hecho Dominic? - ruedo los ojos mientras me termino de beber el chocolate caliente que no he podido evitar comprar.
La castaña baja su cabeza guardando silencio, yo me quedo viéndola, impaciente pero callada. No estoy tan segura de querer sa...
- Los Walker se han retirado del nuevo negocio. - abro la boca en una "O".
- ¡¿Qué?! ¡Por Dios se supone que ellos eran la pieza clave para el año entrante! - quiero golear mi cabeza, pero no, debería golpear la cabeza de Dominic.
Dejo a Carla en medio del pasillo, justo al lado del elevador y camino con enojo sin saber a dónde exactamente.
- ¡¿Qué rayos hiciste?! - volteo bruscamente a mi hermano quien deja caer un poco del licor que estaba a punto de beber.
- ¡No tengo nada que explicar! - se deshace de mi agarre mirándome molesto pero más molesta estoy yo. ¡¿Qué se cree?! ¿Por qué me hace todo esto?
- ¡Sí tienes Dominic! ¡¿Por qué me haces todo esto?! ¿Yo que rayos te he hecho? ¡He estado toda mi vida cuidando de tu trasero pero tú no lo valoras! - alzo la voz al mismo tiempo que lo empujo para que entre a una oficina vacía para que nadie nos vea discutir - ¡¿Me explicas tu enojo?!
- Samarie... - lo interrumpo.
- ¡No espérate! ¡Ahora me escuchas! ¡Por que ya no te soporto!
- Samarie...
- ¿No puedes tener un poco de concideración? ¡Por Dios, soy tu hermana!
- Samar... - el chico comienza respirar con dificultad haciendo un ruido bastante extraño y feo. Me alarmo pero no sé que hacer. No sé que le pasa.
- Dominic ¿qué te pasa? - mi voz tiembla mientras veo a mi hermano intentando sujetarse de un estante de libros que pronto cae junto con él quedando inconciente. - ¡DOMINIC! - grito con desesperación.
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¡Tengo tanto trabajo! Se me hace difícil darle tiempo a esto. Pero hago todo lo posible para escribir y subir nuevos capítulos.
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¿Quién es Sam?
RomanceSiempre es lo mismo ¿no? El jefe se enamora de su secretaria. ¿Pero que pasa cuando la jefa se enamora de su nuevo empleado, de su mano derecha? Todos conocían a Sam Miller como un gran empresario lleno de muchas influencias, lo que no sabían era qu...