Capítulo 29

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Dos meses y medio después...

Gerald

Miro a mi mejor amigo como si estuviese loco.

- Para ya, Sebastián. - pido volviendo a los papeles del nuevo contrato.

- Gerald entiende, han pasado dos meses y medio y aún no sé nada de Sam. No contesta mis llamadas, ni responde a los mensajes, mucho menos me permite el acceso a la empresa ni a su casa. - camina de un lado a otro enumerando con sus dedos.

- ¿Para qué quieres saber de ella? ¿No te das cuenta aún que ella te ha hecho la vida una mierda desde hace mucho? Y encima está embarazada, estás jodido.

- Justo por eso quiero saber de ella, por que está embarazada y ese hijo que espera es mío. Y no pienso dejarlo como mis padres biológicos lo hicieron conmigo. - de un momento a otro se instala un silencio incómodo. Sebastián tiene razón.

- Al menos sabes que su embarazo va bien, ya tiene siete meses. Lo han dicho esta mañana en las noticias de NY. - digo para calmarlo.

- La última vez que la vi no me comporté para nada bien con ella. Estuve a punto de hacerle daño. - se sienta en una de las sillas algo pensativo.

- Pero tenías razón al haberte puesto así...

- No. - me interrumpe - Debí haberme comportado.

Dejo los papeles y el bolígrafo a un lado.

- No me digas que ella te importa más de lo que debería. - hablo cauteloso.

- Me tiene que importar, lleva a mi hijo en su vientre. - carraspeo

- ¿Quién dice que es tuyo?

- No estoy completamente seguro de eso. - alzo una ceja - No al cien porciento. Pero si sacamos cuenta, hace justo siete meses estuvimos en Pekín, en donde...

Lo interrumpo - En donde cometieron el peor error de sus vidas.

- Como sea... - pasa sus manos por su rostro lleno de frustración. - No quiero hacer un escándalo, pero necesito hablar con Samarie.

- Te ayudaré. - su ceño se frunce en mi dirección, le hago una seña con la mano indicando que haga silencio para así comunicarme con mi secretaria. - Miranda que preparen el auto, Sebastián y yo iremos a Miller Inc. - digo a través del intercomunicador.

Alza sus cejas - ¿Y cómo se supone que vamos a entrar?

- Deja todo en las manos de tu increíble y sexy mejor amigo. - digo con altanería.

Ríe - Idiota.

Río junto a él a la vez que salimos de mi oficina hasta llegar al auto. Subo al asiento del conductor mientras que el rubio se queda en la parte trasera en donde pienso esconderlo.

Me temo que el tonto de Sebastián se está comenzando a complicar él solo con Samarie Miller. El hecho de que se preocupe digamos que está bien ya que ella espera un hijo suyo, pero me parece que él no solo está interesado en su hijo, sino que también en la madre del mismo.

¿Quién es Sam? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora