Capítulo 26

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Estaban a dos semanas de la tan esperada boda. Ya todo estaba listo, las invitaciones, el lugar, la decoración, la comida. En fin, todo. Steve invitó a su familia y amigos tanto lejano como cercanos, pero Bucky sólo invito a algunos amigos de su trabajo y a una prima muy cercana a él. A Steve le entristeció que el castaño no haya visto a su familia y que no estuvieran allí en un día tan importante como el de su boda. Estaban bañándose y Steve decidió preguntar.

—Buck...

—¿Sí, amor?

—¿Tú... nunca has querido volver a ver a tu familia? —Bucky bufó.

—No es eso, Steve. Ellos no quisieran ni verme. —Dijo escurriéndose el cabello.

—¿Cómo puedes estar seguro?

—Lo sé, Stevie.

—¿No quisieras que estuvieran en nuestra boda? —Bucky se volteó y lo miró.

—¿Por qué tanta curiosidad, eh?

—Amor, me parece que es triste que no los hayas buscado o que no los invites...

—Están mejor sin mí, bebé.

—Invitémoslos.

—Oh... —Suspiró.— ¿Cómo? Ni siquiera sé dónde están.

—Déjamelo a mí. Solo quiero que al menos los vuelvas a ver. ¿Aceptas?

—Está bien... —Dijo algo resignado.

Steve y Bucky trataron de buscar la ubicación de la casa de la madre del castaño. Cuando al fin encontraron la ubicación, ellos fueron al lugar cuando Cassidy estaba en su escuela. Steve le dio una invitación mientras se parqueaba.

—Estoy nervioso...

—No tienes nada que temer, todo saldrá bien. —El mayor suspiró y salió del auto.

—Bien...

Bucky se dirigió a la puerta. Antes de tocar, miró a su prometido y él le sonrió mostrándole seguridad. Suspiró una vez más y tocó. Esperó unos segundos y ésta se abrió. Bucky miró y era su hermana Rebecca. Ésta no lo reconoció al principio pero el castaño sí.

—Hola, enana... —Dijo Bucky sonriendo y Rebecca se sorprendió como nunca. Era su hermano.

—¿J-James? ¿En serio eres... tú?

—Hehe, hola... —Rió nervioso. Lo próximo que sintió fue el abrazo de su hermana favorita.

—¡Bucky!~ —Ella amaba muchísimo a su hermano, y que haya vuelto le provocó mucha felicidad.— Te extrañé mucho~

—Yo también... —La castaña era su hermanita, esa que protegió a toda costa. Claro que la extrañó.

—Creí que estabas muerto...

—No, Becky... Sigo aquí.

—Me alegra que hayas vuelto, no sabes cuánto. Te extrañamos muchísimo. —Becca lloraba un poco y el mayor lo notó.

—No llores, tontita...

—Lo siento. —Ella se separó y se limpió.— Espera aquí... —Ella se metió a la casa y luego de unos segundos volvió con su madre. La señora no lo podía creer, en verdad era su hijo.

—¿James?

—Hola, mamá. —Dijo sonriendo. Ella se acercó y también lo abrazó.

—Mi pequeño Jamie... Has vuelto...

—Sí, mamá...

—Lo siento mucho, mi amor... Nunca debimos-...

—No importa, mami. Estoy mucho mejor que antes.

Leannán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora