Capítulo 41

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Hoy es viernes, el último en el que Sharon estaría en Washington, y obviamente ella quería ver a su hija una última vez.

Tocó la puerta de su casa. Steve abrió y su ojo izquierdo parpadeaba cuando algo fastidioso ocurría.

—Vengo a despedirme de ella.

—Por favor, que sea rápido. Estamos ocupados.

—Lo haré solo porque no deseo discutir.

—Bien...

—¿Me dejarías hablar a solas con ella?

—Si es rápido, sí. Está en su recámara.

—Con permiso.

Sharon pasó, Bucky la vio y rodó sus ojos. Steve lo miró y fue con él.

—¿Qué hace ella aquí?

—Con suerte, será la última vez que la veamos. Tranquilo... —Dijo acariciando su mano.

—De acuerdo.

Sharon subió y tocó la puerta del cuarto de Cassie. Ella acomodaba el pequeño camión de chimichangas de Lego junto a Deadpool. También organizaba de manera distinta su colección de Funko's.

—¿Puedo pasar? —Cassie no la veía con la misma simpatía, después de lo que le hizo a Bucky.

—Sí... —Sharon se sentó en su cama.

—Qué ordenado tienes todo, cariño.

—Papá me enseñó desde niña a ser ordenada.

—Me gusta esa torre que construiste, ¿es de los Avengers?

—Sí. Bucky me la dio de cumpleaños. Es mi favorita de la colección. —A la mayor le irritó un poco que ella quisiera más a Bucky.

—Cass, yo me vine a despedir. Debo irme a Nueva York. Quiero que sepas que siempre me has importado, aún puedes irte a Nueva York conmigo.

—No, gracias. En serio espero que te vaya bien, pero aquí es dónde pertenezco.

—¿Te parece... buena idea quedarte aquí?

—Por supuesto. Es mi hogar.

—Me preocupa de quien estás rodeada. Sabes lo que hizo ese tal James, y que vivas con dos hombres no me parece lo más óptimo. —Cassie empezó a enojarse.

—No... me gusta que digas eso.

—Lo siento, pero sabes que no es una buena idea. Ese hombre no me agrada Cassidy. No me gusta que esté contigo. Me asusta que te haga algo. —Steve escuchaba la conversación desde las gradas. No le gustaba que se metiera con su familia, pero aún así no intervino.— Por eso quería que te fueras conmigo, pienso que estás más segura.

—No tienes porqué hablar así de mi padre.

—Él no es tu padre, es sólo un extraño. Yo sí soy tu madre. —La gota que colmó el vaso. Cassie ya se molestó lo suficiente. Miró hacia afuera en la ventana para evitar ser grosera.

—¿Mi madre? ¿Eso eres? ¿Mi madre? —Sharon se sorprendió.— ¿Una madre... abandonaría a su hija?

—N-No lo digas así. Tuve que marcharme porque... tenía problemas económicos en aquél entonces.

—Por favor... —Cassie se volteó y la miró enfadada.— Está bien que sea adolescente, pero ya entiendo muchas cosas. Me estás mintiendo.

—Es la verdad.

—No, no lo es. Una vez hice una travesura y leí el cuaderno secreto de papá de tapa a tapa-...

—¡Cassidy! —Susurró Steve apenado.

Leannán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora