Capítulo 30

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Al llegar a París, Bucky fue el que más emocionado estaba. Cuando se dirigían al hotel en un pequeño taxi, el castaño miraba sonriente la ventana como si estuviese en otro planeta. En un momento, pasaron muy cerca de un monumento francés bastante reconocido. La puesta del sol hacía que se viera aún mejor.

—¡Steve, mira! ¡Es el Arco del Triunfo!

—Oh... —Dijo Steve.— Es realmente distinto a como se ve en las fotos.

—No puedo creer que estemos en París...

—Yo tampoco, cariño.

Al llegar al hotel, hicieron el check-in y subieron a su habitación. Como estaba casi en el último piso, usaron el elevador.

—Disfrutaré cada día, Stevie. Hace mucho que no tengo vacaciones reales.

—Yo también. Y más si tengo que compartirlas contigo~

—Cursi.

Entraron a la habitación y lo primero que vieron fue una cama extragrande. Steve dejó su maleta y se tiró sobre ella.

—Ahhh... Realmente necesitaba una cama... No esos asientos incómodos del avión.

—Pero si dormiste bien ahí, cariño.

—Estaba cansado, no iba a negarme dormir un ratito.

—Ok...

—¡Oh! ¡Ven acá! Creo que no te dije esto~

—¿Qué sucede? —Steve tomó su mano y encendió las luces de afuera. Bucky se sorprendió.— ¿Un... jacuzzi?

—¡Sí!~ ¿Te gusta?

—Claro que sí~ —Bucky lo abrazó, pero luego una idea pasó por su cabeza.

—Se ve relajante...

—¿Y si lo usamos ahora?

—Por mí, está perfecto.

—Genial... Ve tú primero, yo ya vengo.

—De acuerdo, mi amor.

Steve se quitó su ropa y se puso un short. Vio el anaquel y había vino, champaña y algunas bebidas alcohólicas. Tomó la botella de champaña y dos copas y las llevó afuera. Sirvió para él y para su esposo y lo dejó cerca del borde del muro contenedor. Tomó un sorbo y pensó que estaba delicioso. Luego se sumergió en el agua caliente y suspiró.

—No sólo se ve... Es demasiado relajante.

Cerró sus ojos y se dejó relajar por el hidromasaje.

Bucky estaba en el baño. Sabía que la mayoría del tiempo los hoteles disponían de batas de baño. Se quitó su ropa y se la puso. Desacomodó un poco su cabello y se ató el cinturón de tela, mirándose al espejo.

—Sé que quieres relajarte y estás algo cansado, mi amor... —Dijo viéndose al espejo y acomodándose un poco más el cabello.— pero lo lamento, Stevie. Es hora de nuestra luna de miel y quiero fondue~

Tomó dos toallas y salió. Deslizó una de las puertas de vidrio y puso las toallas en una silla cerca del jacuzzi. Vio al rubio casi dormido en el agua y rió.

—Parece que te diviertes...

—Tienes que probar esto... Me podría dormir aquí. —Dijo abriendo sus ojos. Vio que Bucky tenía una bata de baño puesta y pensó que estaba desnudo, pero el castaño estaba listo para seducirlo.— ¿Tienes... algo debajo de eso?

—¿Quieres averiguarlo? —Steve supo al instante que tenía ciertas intenciones en mente.

—Sí...

Leannán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora