Capítulo 35

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Había llegado el viernes, un temible día para Steve y Bucky. Sharon había llegado a la casa del rubio y Cassidy se sentó al lado de sus padres. Carter se preguntó quién era el otro sujeto, pero al ver sus manos pudo notar que llevaba los mismos anillos que los de Steven. Se sorprendió al saber que Rogers se casó con un hombre, pero ese no era asunto suyo. Todos se sentaron en la sala. Bucky se sentía realmente incómodo en esa situación. A pesar de todo, ella era una ex. Se lo comentó a su esposo antes de que ella viniera, pero Steve le dio confianza y seguridad.

—Cassidy.

—¿Sí, papá?

—Ella es Sharon. Es... Es tu madre. —Cassidy abrió levemente su boca sorprendida. Ni siquiera sabía cómo reaccionar, no por ser algo bueno o malo, sino porque no pensó que alguna vez volvería.

—¿M-Mi... madre?

—Sí...

—Hola, Cassie... —Sharon extendió su mano y Cassidy la tomó. Ambas se levantaron y la mayor la abrazó.— Te eché mucho de menos. —Cassidy pensó que eso era algo irónico, ya que ella nunca supo nada de Sharon, además de su nombre. No se sentía muy a gusto si era sincera. Bucky la miraba como si quisiera separarla inmediatamente de ella, Steve lo miró y acarició su mano, calmándolo un poco.

—Hola...

—Menos mal que te encontré. ¿Cómo has estado?

—Pues, bien... Gracias por preguntar.

Esta primera reunión fue horriblemente incómoda para todos. Después de la determinada hora, Steve bruscamente cortó la conversación de Cassidy y Sharon.

—Gracias por permitirme verla.

—Muy bien. No vuelvas a aparecer por aquí de nuevo. —Steve iba a cerrar la puerta, pero ella lo detuvo.

—En realidad, quisiera verla todos los viernes. La misma hora y cantidad de tiempo.

—Olvídalo.

—Es mi hija. Puedo verla cuando yo quiera.

—También es mi hija. No voy a dejarla con una extraña.

—Sólo te estoy pidiendo una hora a la semana. ¿Es tan malo?

—Lo es para mí.

—Rogers, te estoy dando la opción de que me dejes verla, así no presentaré ningún cargo.

“Maldita desgraciada.” —pensó Steve.— Está bien, está bien, pero ya vete.

—Eres demasiado grosero. Ya me iré.

—No esperes que te trate bien después de todo el desastre que has causado. Vete.

Steve cerró la puerta, pero Cassidy estaba en su habitación, así que decidió ir con ella.

—¿Puedo pasar?

—Sí, papi. —Steve se sentó al lado suyo sobre la cama.

—¿Puedo saber qué piensas?

—¿Sobre qué? —Dijo jugueteando un poco con su Funko Pop de Loki.

—Sobre... lo de tu madre. —Ella suspiró.

—Pues... te seré honesta, papá. No sé ni siquiera qué pensar. No sé si sea algo bueno o algo malo, pero simplemente me sentí un poco extraña. Sí me sorprendí mucho al verla pero...

—¿Quieres... seguir conociéndola?

—Sería más para conocerla, pero nada más. Es raro... No siento que en verdad haya vuelto por mí.

Leannán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora