Leannán.

Capítulo 7

—De casualidad... ¿sientes algo por mi papá? —Bucky no supo que responderle, así que siguió caminando.

—¿P-Por qué preguntas eso?

—Solo... quisiera saberlo. Anda, dime.

—Ehm...

—Si no es nada, no tienes razón para no responderme.

—Es... complicado.

—Descomplícalo.

—Bien... pero primero, no le digas a tu padre que hablamos de esto, ¿sí?

—Hecho.

—Ok... Ah... ¿Cómo te lo explico? Pues, mira... Tu padre es un buen hombre y nos hemos estado viendo casi cada mañana en el gimnasio. A veces me cuenta sus cosas y hemos compartido bastante, pero tal vez tengas razón. Creo que... entre más nos hablamos... más... me enamoro de tu padre. —Cassie sonrió emocionada. Ambos se gustaban.— Tal vez pienses que es raro o algo así, pero... espero que no te moleste.

—No, claro que no, Bucky.

—De todas maneras, Steve ha de tener chicas por ahí... No creo que sienta algo por mí. —La rubia iba a mencionarle que él también sentía eso, pero decidió que era mejor que su papá se lo dijera. En cambio, subió sus esperanzas.

—Bueno, siempre hay chicas que lo invitan a salir...

—¿Y... qué dice él? —Dijo un tanto desanimado.

—Pues... las acepta, pero muy rara vez va a una, siempre las cancela. Yo le pregunto porqué lo hace y siempre me dice excusas tontas, como que tiene trabajo pendiente, o que tenemos que salir a comprar el diario o comida afuera. Cualquier tontería para no ir. A veces sí tiene que trabajar, pero la mayoría de veces solo se queda jugando o viendo televisión conmigo.

—Hm...

—He llegado a pensar que no le gustan las chicas, haha. ¿Por qué no lo intentas tú?

—¿Intentar qué?

—Invitarlo a una cita, o decirle lo que sientes... —James bufó y siguió en su camino.

—No es tan fácil... Menos con lo que acabas de decir.

—Tal vez con un chico sea diferente.

—No lo sé...

—De todas maneras, tienes una ventaja. Papá te quiere y yo también. —Bucky no pudo evitar sonreír al escuchar que Steve lo quería.— ¿Sabes? Es una ventaja  que yo te quiera, porque la mayoría de sus citas olvidan que yo existo. Entonces... —Cassie soltó una pequeña risa malvada y Bucky la miró.

—¿Qué con esa risa?

—Oh, nada. Solo que... las citas no salen muy bien que digamos...

—¿Le arruinas las citas?

—Ni tanto. Le hago un favor.

—Qué dicha que te caigo bien.

—¡Sí! Las otras son unas tontas. No me agradan, me tratan como una bebé.

—Es porque eres pequeña.

—Sí, pero tampoco tanto. Me irrita, entonces, con un poco de ayuda de Sparky, terminan mal.

—Hahaha, eres malvada.

—Pero a ti te ayudaría porque me caes muy bien. Por eso te digo que te animes, no creo que papá te rechace.

—Lo pensaré.

—No lo pienses tanto, papi tampoco es inaccesible.

Llegaron a la casa rápido. Cassie abrió, y ambos entraron. Fue a lavarse las manos y tomó el pastel. Bucky estaba sentado en la sala y ella pensó que podría tener hambre. Ella tenía algunos S'mores de reserva en una pequeña taza, así que se los llevó a él.