Leannán.

Capítulo 37

-Steve...

-¿Sí?

-Hay algo de lo que debo hablarte...

-¿Qué sucede, amor? -Dijo sentándose a su lado. Bucky puso su cabeza sobre su hombro.

-Esa perra me sobornó. -Steve frunció su ceño. Le preocupaba que fuera.

-¿Cómo?

-Sharon... Ella me... sobornó.

-¿A qué te refieres?

-Ayer ella me habló y trató de sobornarme... Dijo que atestiguara contra ti, sino que iba a decirle la verdad a Cassie.

-¡¿Qué?!

-De una u otra manera, ella lo sabría. Yo di por hecho que si Cassidy me temía o se incomodaba por mí, yo iba a tener que separarme de ti, pero si atestiguaba en contra tuya, me sentiría la basura más grande del planeta. Jamás podría hacer una cosa tan inhumana como esa. Prefiero que tú seas feliz con Cassidy, que ambos estuvieran juntos, a que fueras infeliz a mi lado. No soportaría verte con un semblante triste cada mañana que despertara a tu lado solo porque fui un maldito egoísta. Prefiero que seas feliz y que estés con ella a verte decaído por el resto de mi vida. Me importan más ustedes, no me interesó qué pudiera pasar conmigo. Lo único que quiero es que tú estés con ella. Es más, -Bucky miró el pantalón que usó el día anterior y sacó el contenido del bolsillo derecho. Eran los trozos de una de las copias de la noticias.- aquí está la prueba. -Steve miró los trozos y después los puso en otro lado.- Lo siento, mi amor, pero no quería que la situación empeorara. -Steve estaba conmovido. Le parecía el acto de amor más puro que Bucky había hecho hasta el momento. No le importó el hecho de que tuviera que abandonarlos, le importaba más que las dos personas que más amaba en su vida no se separaran. Le besó sus labios y el castaño acarició su mejilla.

-Bucky... Mi corazón me está doliendo...

-¿Por qué? ¿Hice algo mal?

-No... Simplemente, no puedo expresarte cuánto te amo y no podré porque no existen tales palabras. Lo que hiciste es lo más hermoso que has hecho por mí y por Cassie.

-No es tanto...

-Sí lo es. Te amo, Buck y desearía que sintieras cuánto amor tengo por ti.

-Steve, no es necesario...

-¿Sabes qué? Como no quieres creerme que lo que acabas de hacer es algo que siempre atesoraré y que te amo más que a cualquier persona, te lo voy a demostrar. -El rubio se quitó su camisa e hizo empujado de un beso a su esposo en la cama. El mayor sabía a dónde iba a parar el asunto.

-¿Q-Qué?

-Hoy quiero que disfrutes. Te mereces el cielo, Bucky.

-Stevie, no. No me siento bien...

-Te haré sentir en el paraíso.

-Es en serio, tonto. Estoy muy estresado y preocupado por mañana... No quiero que el día llegue y me queme los ojos. Estoy cansado...

-Tranquilo, hoy no harás ningún esfuerzo. Todo lo haré yo, ¿ok? Tú solo disfruta.

-Está bien... pero que sea rápido.

-De acuerdo.

Rápidamente, la ropa desapareció de los cuerpos de ambos. Bucky estaba recostado mientras el rubio besaba cada centímetro de su pecho y pezones. Con su mano, acaariciaba el miembro de Bucky, que poco a poco se hacía más grande debido a una erección. El castaño miraba como Steve disfrutaba besar su cuerpo, más ahora que nunca. Pasaba sus manos alrededor de su cuello y luego Steve pasó a las piernas de su amado, repartiendo pequeñas marcas y besos. Luego bajó de la cama, separó las piernas de él, y besó muy lenta y suavemente su miembro y testículos. La sola respiración del menor en esa zona, hacía a Bucky más que feliz. De besos a lamidas, y de lamidas a chupadas. Steve succionaba el miembro de James con sutileza y fuerza y Bucky gemía. La lengua de él tocaba puntos en los que veía las estrellas. Se volvió realmente bueno haciéndolo, y todo eso el mayor se lo enseñó. Steve lo miraba con una sonrisa pervertida y siguió lamiendo y succionando. Introdujo todo el miembro a su boca, llegando hasta la base.