Leannán.

Capítulo 15

Steve despertó. Lo primero que sus ojos vieron fue a Bucky. Recostado durmiendo, con su cabello despeinado en su cara, unas cuantas marcas en su cuerpo y con su sábana cubriéndolo hasta un poco más abajo de su cintura. Steve sonrió y se le acercó. No era un hermoso sueño, era una bella realidad. Corrió el cabello de su rostro y lo besó levemente en sus labios.

—Te amo, te amo Bucky. Te protegeré siempre, mi amor, y también te cuidaré y te daré el amor que necesites.

Steve lo cubrió con sus brazos y lo abrazó un rato. Amaba sentirlo tan cerca de él, tocar su piel debajo de las sábanas, amaba demasiado estar con él. Después de un tiempo, besó su frente y lo dejó dormir. Pensó en hacer desayuno, la mañana estaba fría y perfecta para unos pancakes con café o una bebida caliente. Cubrió a Bucky con las sábanas y se sentó. Gran error.

Sintió dolor al sentarse y luego recordó el porqué. Se levantó con cuidado quejándose.

—Por manejar más de lo que debí...

Tomó unos bóxers del suelo y la sudadera de Bucky, poniéndosela encima. Lavó sus manos y buscó los ingredientes necesarios. Los hizo con mucho amor ya que sabía que eran para Bucky. Probó un poco de la mezcla para luego freírlos. Después de unos minutos, tuvo listo el desayuno para él. Llevó el chocolate caliente en una taza y una pequeña pila de pancakes con miel y mantequilla en un plato. Se dirigió a la recámara y puso el desayuno sobre una pequeña mesa. Se acercó y acarició su cabello.

—James... Despierta, cariño... —Bucky emitió pequeños sonidos y Steve besó su mejilla y sonrió.— Levántate, Buck. —Bucky se dio vuelta y lo miró.— Buenos días, mi amor. —El castaño se estiró cual gato y tomó el rostro de Steve entre sus manos.

—Buenos días, belleza... —Bucky lo atrajo hacia él y lo besó lentamente. Steve se acostó sobre él y James solo lo besaba.— Huele delicioso, Stevie... ¿Hiciste algo de comer?

—Como prometí... —Bucky se sentó, solo cubierto por las sábanas hasta su cintura. Steve tomó el plato y la taza y se lo dio a él.— te traje desayuno a la cama. —Bucky se sentía tan feliz.

—Qué dulce eres... Nadie me había traído desayuno antes, hehe. ¿Y tú, cariño?

—Está en la cocina, ya voy por él.

—Bueno. —Steve trajo su desayuno para sentarse a comerlo a su lado. Al hacerlo, se quejó un poco y Bucky lo notó.— ¿Qué tienes?

—Oh, nada... —Él tomó el control y encendió la televisión.

—Steve... Ya dime.

—Me duele...

—¿Qué?

—A-Ahí... abajo...

—Oh, ¡hahahaha!

—No es gracioso... —Dijo apenado.

—Tranquilo, amor. Te irás acostumbrando... —Dijo mordiendo su oreja.

—T-Tal vez... Por ahora come.

—Haha, ok.

Después de un rato viendo películas, Bucky tomó a Steve de la mano y sugirió una idea.

—Tengo ganas de bañarme...

—Ve, yo me baño después de ti.

—Acompáñame... —Steve se sorprendió y se sonrojó. Bucky le besó su mejilla.— Le tengo miedo al agua...

—Qué cuento...

—Vamos, cariño...

Steve apagó la televisión y caminó con Bucky hacia el baño. Él no tenía nada de ropa puesta y las mejillas de Steve no podían estar más coloradas.