Capítulo 32

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[Trece años]

Ya con dos años de casados y una familia sólida, Steve y Bucky llamarían a ésta la etapa más tranquila y feliz de sus vidas.

—¡Buck! ¡Buck, Buck, Buck!

—¿Ah? —Dijo respondiéndole a Cassidy desde el sofá.

—Shhh, pretende mirar la televisión. —Dijo fingiendo verla.

—¿Pero qué está-...

—¡Shhh, shhh! —Dijo susurrando alarmada.— Allí viene, actúa natural. —Steve se acercaba con una toalla en su cintura y parecía estar buscando algo. Bucky lo miró y luego a Cassie. Ella tenía el control remoto de un drone pequeño que le habían regalado en Navidad.

—Cariño, ¿qué sucede?

—Oh... nada... Sólo busco algo. ¿Dónde demonios...?

—¿Qué perdiste?

—Nada, nada...

—Te ayudaremos a buscarlo. —Respondió James. Cassie soltó una pequeña risa quisquillosa y asintió.

—Es que iba a bañarme pero... no sé dónde puse mi ropa interior. —La rubia se puso a reír y Steve miró.— ¿Qué?

—Nada~

—¿Fueron ustedes?

—No, papi. —Dijo sin parar de reír.

—Dénmela.

—Nosotros no tenemos nada. —Dijo el castaño invadido por la risa también.

—Fuiste tú, ¿verdad, James?

—¿Y yo por qué? —Dijo sintiéndose ofendido.— Pregúntale a ella.

—Papá, ¿buscabas esto?~ —El drone llevaba colgada la ropa interior del rubio. Éste molesto, trató de alcanzarlo. Bucky y Cassidy reían.

—¡Hey! ¡Baja eso, Cassidy!

—Ah, ¡hahaha! ¡Haz que dé vueltas como un abejón! —Le dijo Bucky a ella. La rubia lo hizo correr por toda la sala. Viendo Steve que no iba a alcanzar el drone, recurrió al regaño típico de padre.

—Cassidy, esto es una falta de respeto. Baja eso ya.

—Ay, papá... No seas amargado.

—Sí, Cassie. Creo que nos pasamos... —Bucky le guiñó un ojo y le susurró que le diera el control. Cuando el drone estaba abajo, Steve caminó hacia él para tomar la prenda.— Ábreme la puerta. —Le susurró de nuevo. Cassie lo hizo y cuando el rubio estuvo a punto de tomarla, el drone se levantó y salió al exterior de la casa.— ¡Creo que cambié de opinión!

—¡James! —Bucky y Cassidy reían mientras los tres salían al pórtico.— Ve y trae eso.

—Ese bóxer no es mío~

—Yo no iré así por él.

—¿Dejarás que todos los vecinos vean tu ropa interior volando por ahí? —Dijo sorprendida la menor.

—Qué indecencia, Rogers. Qué vulgar...

—Ugh... Me las van a pagar.

Steve corrió hasta el final de la cuadra pero Sparky lo perseguía y jaloneaba su toalla.

—¡Suelta, perro tonto!

Cuando regresó al pórtico, Bucky  y Cassie no aguantaban su estómago de reír tanto. Steve los miró molesto.

—Te amamos. —Respondió Bucky limpiándose sus lágrimas.

—Los odio... A los tres. —Dijo mirando a Sparky, el cual sólo jadeaba alegre.— Se quedarán afuera. —El rubio cerró la puerta con llave y Bucky rió. Después de unos segundos, recordó algo.

Leannán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora