Parte 239: ¿Dónde está mi enemigo?

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Tahm Kench había sido dejado inconsciente otra vez con el mismo método de la música, y otra vez parecía que alguien le había encontrado.

Su cuerpo se encontraba ya casi descongelado, con solamente sus piernas cubiertos por la capa de hielo. Aunque parecía estar disfrutando del sueño.

"¡Eh! ¡Pejesapo! ¡Despierta!" - gritó una voz casi infernal

"¿Mmm? Dejadme dor...."

Una sutil descarga de electricidad hizo que el pez gato despertará en seguida, con la baba cayéndose por su boca en una escena algo asquerosa.

"¡¿Qué pasa ahora?! ¡Estoy harto de que me molesten!" - gritó enojado

"¿Crees que nosotros somos la molestia?" - preguntó Viktor

El científico se encontraba junto con un pequeño hombre pescado y dos de sus Emisarios del Mal.

"Oh, así que sois vosotros..."

"¡Tahm Kench!" - gritó Fizz al verle - "¿Dónde te habías metido?"

"¿No ves mis piernas? Estoy en un bloque de hielo"

El pescado se giró para mirar a la bruja con cierta molestia.

"Esta vez no he sido yo"

"Seguro, fue la otra reina del arco de hielo"

"¿Arco de hielo?" - se extrañó el científico - "Eso suena irreal..."

"¿Ashe ha estado aquí?" - comentó a interesarte Lissandra

"Me vio hablando con una campeona y decidió dispararme una flecha" - le contestó con enojo - "Hoy en día nadie puede...."

"Cállate, sapo mutante, dime el paradero de la albina impura"

"Ni idea" - contestó en seco - "Me dejó demasiado congelado, cuando desperté solo estaba el héroe del martillo"

"Jayce... el defensor del mañana..."

"Ese, y luego un hombre de morado nos durmió..."

"¿Hombre de morado? ¿Qué has comido esta vez?" - preguntó Fizz

"Puré de patatas, cangrejos vivos, algo llamado pupusa"

"¿Qué demonios es eso último?" - se quejo el pez

"Es una especie de tortilla...."

Ambos empezaron a comentar sobre gastronomía, cosa que no le agradaba al científico.

"¡Detened vuestra conversación alimenticia!" - les gritó el heraldo de las máquinas - "Quiero saber donde se encuentra el llamado defensor del mañana"

"Y la arquera del hielo" - añadió Lissandra

"¿No has oído la historia? Me quedé dormido y se lo llevó un tipo de morado"

"Hombres de morado..." - murmuró Thresh - "¿Eso no os recuerda a alguien?"

"¿A Skarner?" - dijo Fizz

"¿A Veigar?" - preguntó Tahm Kench

"¡Malzahar! ¡Panda de incompetentes!"

"¿Aún sigues pensando en ese brujo?" - se extrañó Viktor - "Van ya casi dos años...."

"¿Podéis dejar de hacer conjeturas?" - pidió la reina con cierta autoridad - "Hemos venido aquí por un motivo"

"¿Motivo? Jayce no está y la arquera tampoco, ni siquiera mi transmisor..."

Pero el dispositivo si localizó algo procedente de detrás de Tahm Kench, se trataba del martillo de Jayce, el arma definitiva de su archienemigo.

"Interesante..." - murmuró con su voz metalizada

"Espero que haya merecido la pena"

"No has cambiado nada, saco de huesos" - dijo el demonio de mar

"Lissandra...."

"No, espera, otra vez..."

La reina alzó su brazo para congelar nuevamente al monstruo con sombrero. Esto alteró a Fizz quien parecía estar un poco cansado.

"¿Por qué hicisteis eso? A estas alturas...."

"Deja de quejarte, anfibio" - le habló el doctor - "Apenas durará unas horas"

"Pero en unas horas..."

"No quiero más interrupciones por parte de nadie"

El heraldo de las máquinas recogió el martillo de Jayce, puesto que Blitzcrank no había podido acudir a la búsqueda de su enemigo.

Fizz por su parte tuvo que resignarse e ir a informar al Instituto de Guerra.

"Daré un buen uso a este instrumento"

"Bien, yo voy a buscar a nuestro enemigo" - dijo Thresh dándose la vuelta

"Informanos si encuentras algo"

"Descuida, doctor..."

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora