Evelynn se encontraba con Thresh disfrutando de una novela (solo ella), cuando aparecieron algunos pimpollos de Maokai, el conocido Treant Retorcido.
Ante la impresionante historia del pimpollo (que seguro recordareis), el árbol viviente fue en persona junto a la pequeña raíz para descubrir lo sucedido con pimpollo y pimpollo.
"Thresh, si yo estuviera a punto de ser apuñalada, ¿me salvarías?"
"Por supuesto que no"
"Mira que eres poco romántico..."
"Evelynn, ¡estamos muertos! ¡¿qué más da que te apuñalen?!"
"Recuerdo cuando entre nosotros había un verdadero amor gótico..."
"Eras un demonio acosador..."
"Un verdadero amor surgido del más profundo infierno..."
"De tu locura"
La conversación entre los dos se cortó cuando apareció el pimpollo en compañía de Maokai, quien se sorprendió de ver allí a la pareja.
"Evelynn y Thresh, tiempo sin vernos"
"Maokai, ¿qué haces tú por aquí? No sueles rondar la academia"
"Aún así tengo que participar alguna vez y....."
"........"
El pimpollo daba golpecitos al brazo cara del tronco viviente, indicaciones para que recordara lo que había pasado previamente.
"Oh, si, Pimpollo dice que habéis explotado cruelmente a pimpollo y pimpollo"
"Técnicamente se explotaron ellos mismos" - comentó Thresh
"O más bien cuando tocaron mis pechos y látigos"
"¿Es eso cierto?"
"Pollo... pim... pollo pim...."
"Dice que solo vio los cadáveres agonizando de sus hermanos pimpollo caídos"
"¿Eso no suena un poco dramático?" - preguntó la diablesa
"Son pimpollos, no hacen gran cosa salvo explotar"
"Pim... pollo pim... pollo..."
"¿Qué ha dicho?" - preguntó la mujer
"Que la culpa es de la mujer blanca diabla con tumores por pecho"
"¡¿Tumores?! ¡Dile a tus bichos que no hablen así del cuerpo de la gente!"
"No puedo evitarlo, son pimpollos, no soy su padre"
"Espera un momento" - interrumpió el carcelero - "Si eres una nigromante que asesina gente... ¿son tumores malignos?"
"¡Thresh!"
"¡Jajajajajja!"
"¡Para de reírte ahora mismo!"
"Jaja... solo preguntaba"
La pareja comenzó a discutir nuevamente, momento en que Maokai decidió marcharse con pimpollo en mano.
El nigromante árbol decidió volver a la sombra y dormir un poco. Lo malo fue cuando notó un peso extra en la rama de su espalda.
"¡Eh! ¿Quién anda por ahí arriba?"
"¡¿Iiiihhhh?!"
Algo parecido a un mono humanoide de pelaje marrón cayó al suelo.
"¿De dónde ha venido esa voz?"
"Macaco, no soy un árbol ordinario"
"No soy macaco, soy Wukong" - dijo antes de reincorporarse - "¿Y por qué eres un árbol que habla? Los árboles no hablan"
"Soy un árbol encantado, por supuesto que hablo"
"Pollo pim pollo pim"
"¿Qué ha dicho?"
"Que eres una especie de primate involucionado y sin respeto alguno por las entidades de un plano superior al tuyo"
"No lo entiendo" - admitió el mono - "¿El ente superior eres tu o el pimpollo?"
"Yo tampoco lo entiendo... supongo que yo"
El mono había visto muchas cosas raras en Jonia, pero arbolitos parlantes que caían de arboles parlantes nunca.
"¿Entonces no puedo dormir arriba tuya?"
"No, por supuesto que no puedes"
"¿Y dónde duermo entonces? No quedan camas en la academia"
"¿En otro árbol que no este vivo?"
"No, los árboles de aquí no son muy... tropicales"
"Pues duerme en el césped, como todo el mundo que quiere dormir"
"¿Para eso no están las camas?" - preguntó Wukong
"No, las camas las hace el diablo"
Algo en esa frase era bastante debatible, pero decidió hacer caso y echarse a dormir en el césped, con Maokai haciendo lo mismo en la sombra.
"Mi maestro me dijo que aquí se entrenaba bien, ¿es cierto?"
"¿Cuánto tiempo llevas aquí?"
"Algunos años, pero no solía pasar... solo ocasionalmente..."
"Una amiga mía entrena mucho, supongo que está bien"
La poca conversación que pudieron tener terminó más o menos por ahí, tranquilamente.
Así terminaba otro fin de semana en el instituto de guerra, irónicamente muy pacifico y sin invasiones del Vacío.
ESTÁS LEYENDO
La Cripta de Thresh Vol.2
FanficBienvenidos a este fanfic de Thresh, secuela de "Las Crónicas de Veigar" y de "Vi de Viktor" que contará las andanzas de Thresh entre el mundo de los fantasmas y Runaterra, en su trabajo de carcelero se encontrará a los Sangrientos. Los derechos de...