Era mediodía en el instituto de guerra y todo parecía transcurrir con normalidad, menos por el súbdito número Trece, eterno escudero de Pantheon.
Este se encontraba siguiendo a un campeón, el cual estaba por adentrarse a un portal. Trece quería seguirle para llegar a su deseado destino.
"Estoy tranquilamente, siguiendo el argumento..." - cantaba Rammus
"........"
"Me parece haber escuchado algo..."
"........"
"Nah, serán cosas mías" - dijo mientras sacaba un disco - "Veigar dijo que pulsara el botón naranja... ¿para qué servirán el resto?"
El rodillo viviente pulsó el botón y tiró al disco al suelo, abriendo un portal anaranjado el cual cruzó con facilidad. Número Trece también entró corriendo.
"¿Hola? ¿Hay alguien?"
"Hola" - le saludó Taliyah - "¿Buscas a Viktor?"
"Si, me envía Veigar, dijo algo de experimentos peligrosos en criaturas vivas"
"De acuerdo, sígueme" - le dijo sonriendo - "Espero que no hayas comido nada..."
"¿Acaso eso importa?"
Trece esperó con paciencia a que la joven maga y Rammus entraran en la principal sala de operaciones de Viktor. Fue entonces que empezó a buscar por todo el sitio.
Miró en el sofá, miró en la cocina, miró en la sala llena de láseres de la muerte... pero fue en la habitación de Taliyah donde la encontró.
"........"
Poco a poco se fue acercando a la Bola, esa esfera de metal se encontraba sobre la cama, con sus pinchos sobresaliendo y sin emitir sonido alguno.
"........."
El súbdito ya estaba a su lado, observando como el artefacto replegaba sus pinchos, permitiendole tocar el frío acero que le recubría.
"¿Qué haces en este laboratorio?" - preguntó una voz metalizada
"........"
"Recibiste hace dos días una advertencia emitida para que vigilaras tu acercamiento hacía la Bola" - dijo mientras se acercaba
"........."
"Ahora me veré obligada a enterarte a..."
Número Trece dio un brinco y empezó a correr, pasando por al lado de Orianna. La androide dio una pirueta y comenzó a perseguirle.
"Regresa para que el Doctor Viktor pueda aplicar la disección contigo"
"........"
El súbdito finalmente llegó a la sala principal donde se encontraban el heraldo de las máquinas y el armadurillo. Ambos parecían hablar sobre un experimento.
"¿Cuánto van a durar esos efectos secundarios?"
"Algunos efectos secundarios son permanentes...."
"¿Y mortales?"
"Bueno, eso tendrás que decírnoslo tu cuando..."
"........"
El minion rápidamente se colocó detrás de Rammus para ocultarse.
"¿Qué hace ese súbdito en mi laboratorio?"
"Viktor" - le llamó Orianna - "Ese súbdito es el que le comenté en mi informe"
"¿Es el que intentó robar tu bola?"
"..........."
"Él viene conmigo" - comentó el armadurillo - "Es el escudero de Pantheon"
"¿Escudero de pantheon?"
"¿Y qué excusa tienes para cubrir su intento de robo?"
"Igual se ha encariñado con esa pelota"
"¿Encariñado? Es una bola de acero, no tiene sentimientos" - dijo el científico
"Creo que subestimas a la Bola, Doctor"
"No le hagas caso" - comentó Taliyah mientras pasaba por al lado
"Viktor, ¿crees que podría llevarme un rato la bola?"
"¿Llevártela? ¿Con qué propósito?" - preguntó extrañado
"No lo sabré hasta mañana, apenas me quedan unas lineas de dialogo"
El androide y la robot se miraron por un momento, luego se replantearon las posibles ramificaciones de dejarle una peligrosa arma al armadurillo.
Si de por si Rammus era una persona extraña, el hecho de dejarle algo tan sofisticado...
"Orianna, ¿estarías dispuesta a dejársela media hora?"
"No puedo decidir eso, Viktor" - le contestó rápidamente - "Solo la Bola puede"
"¿Y qué es lo que dice la Bola exactamente?"
"........"
"Parece ser que extrañamente no le importaría"
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La Cripta de Thresh Vol.2
Hayran KurguBienvenidos a este fanfic de Thresh, secuela de "Las Crónicas de Veigar" y de "Vi de Viktor" que contará las andanzas de Thresh entre el mundo de los fantasmas y Runaterra, en su trabajo de carcelero se encontrará a los Sangrientos. Los derechos de...