La Cripta de Thresh Vol.2

Parte 338: El día de la madre

En Runaterra es muy normal celebrar el Harrowing, una festividad que podría considerarse como el reverso del Halloween. Esta, sin embargo, no es la única festividad oscura.

Ahora mismo Thresh se encontraba caminando por los pasillos del instituto, encontrándose a su mujer en la puerta de su dormitorio.

"Hola, Evelynn" - le saludó el nigromante

"Thresh, cariño, tengo una sorpresa para ti..."

"¿Una sorpresa? Si algo me da miedo son tus sorpresas"

"¿Por qué dices eso?"

"........"

"........"

En un leve recuerdo pudo ver mucha sangre, vísceras, una tarta de boda, cadáveres vestidos de negro y lo que parecía ser un hombre o cura decapitado.

Algo que ella encontró como romántico y él como enfermizo...

"Lo que sea, termina antes con tu sorpresa"

"Cierra los ojos..."

"Evelynn, no tengo ojos, tengo cuencas"

"Cierto... bueno, la sorpresa es la misma"

La hacedora de viudas abrió la puerta, siendo que al otro lado se encontraba una mujer vestida con ropas rojas, muy similar a Syndra.

"Hola, querido"

"¿La Reina Sangrienta? ¿Qué hace viva?" - preguntó sorprendido

"¿Esa es forma de saludar a tu mamá? ¿Ni un abrazo ni nada?"

"Perdón... ¿qué demonios haces viva?"

"No sé yo si viva es la palabra adecuada"

Realmente el carcelero esperaba que ella estuviese en el más profundo de los infiernos.

"Tu jefe quedó muy impresionado con mis habilidades y me ofreció un trabajo como una... ¿jinete de las sombras? o algo así"

"Tienes que estar bromeando..."

"Yo he apostado que tarda menos de un año en... ya sabes..." - dijo Evelynn

"¡Cállate! ¡No quiero saber nada de eso!"

"Thresh, una mujer tiene sus necesidades" - le dijo su madre - "Y sabes que nunca voy a perdonar a tu padre por lo que te hizo..."

"¡Cállate ahora mismo o enviaré tu alma al infierno personalmente!"

"Se pone algo irritado cuando habla de su padre"

"Lo sé, el concepto de familia no lo lleva muy bien..."

"¿Has venido solo para eso o para pasar un rato cotilleando?"

El carcelero estaba ya muy enfadado y a punto de clavar su gancho en el cuello de la primera persona que viera pasar por delante.

"Venía porque mañana es el Día de los Muertos"

"¿El día de los muertos? Es la primera vez que oigo esa cosa"

"Es el día en que las puertas de la Dimensión Fantasma se vuelven más frágiles y los espíritus pueden pasar con más facilidad..."

"Día... de los Muertos..."

"Así es, ocurre cada cuatro años mortales, creo"

"Eso me recuerda a algo..."

"Los mortales se disfrazan y también salen a recoger caramelos para...."

"Eso es el Harrowing" - dijo el nigromante en seco

"Para nada, seguro que es una cosa completamente distinta"

"Evelynn, es lo mismo, prácticamente es lo mismo"

"Los mortales también celebran esto con sus seres fallecidos, haciéndoles visitas y pasando el día entero con ellos"

"A mi no me la cuelas, yo estoy muerto, eso no funciona conmigo"

"Disculpalo" - le dijo la diablesa - "No le gusta mucho hacer cosas en familia"

"No pasa nada, querida, siempre y cuando alguna vez me de nietos"

"Soy un (bababui) saco de huesos, ¿eres consciente de ello?"

"Thresh, querido, existen rituales, pactos satánicos, adopción..." - la mujer se calló en seco y luego sonrió - "Tengo que irme, hay trabajo por hacer"

"Espero volver a verte pronto" - le dijo Evelynn

"Yo no, por mi quédate en el infierno"

"Que cosas más bonitas le dices a mamá" - dijo sonriente - "Ten mucho cuidado con el día de los muertos y no te metas en problemas"

La Sangrienta desapareció traspasando el espejo, dejando al carcelero de mal humor.

"Entonces... ¿te importa si le pido acerca de esos ritos?"

"Evelynn... vete con ella al infierno..."