La Cripta de Thresh Vol.2

Parte 282: Shyvana VS Cassiopeia

El guerrero conocido como el Matadragones había sembrado el caos en la grieta, intentando matar a la campeona conocida como Shyvana.

De paso hubiera matado a Jarvan IV. Esto fue impedido por un poderoso resplandor verde que convirtió en piedra al luchador de purpura.

"¿Eh? ¿Qué ha sido eso?" - preguntó la dragona

"Parece brujería..."

"Máss o menoss"

La lamia había permanecido en la línea del medio hasta que vio que su jungla estaba en problemas. Además de que su agresor era similar a Pantheon.

"Gracias, lamia, has venido en un momento..."

"Ssilencio" - le dijo fríamente - "Esstoy penssando"

Parecía Pantheon, con una armadura similar y rasgos parecidos. ¿Tal vez es cierto qué era el Matadragones del que hablaba o era Pantheon?

"¡No hables así al príncipe! ¡Víbora!"

"Tu príncipe no puede ni con un vejesstorio como Sswain"

"¡¿Qué has dicho?!"

"Shyvana, tranquiliza...."

"Apuessto a que esstaría muerto ssi no llego"

"¡No digas eso ni en broma!"

La híbrida apretó los dientes y golpeó a la serpiente en el rostro, con un golpe directo que casi le rompe los colmillos.

Cassiopeia reacción y le araño en los ojos, dejándola ciega. Luego usó su extensa cola para tirarla al suelo y verter encima suya su veneno.

"¡Vass a pagarlo caro!" - gritó la lamia

"¡Quemaré tus entrañas!"

"¿Y cómo pretendess hacer esso?"

Shyvana golpeó el suelo, incendiando el veneno y recuperando fuerzas para lanzarse a por la campeona venenosa, aunque su golpe nunca llegó.

"¡Para de pelear!" - les ordenó Jarvan IV

"Grgrgrrrr..."

Pero la dragona no cesó en su empeño, por muy ágil que fuera la serpiente. De hecho Cassiopeia empezaba a sufrir el intenso calor de sus llamas.

"¡Serás calcinada por mi furia del dragón!"

"¿No ssé ssupone que loss dragoness sse extinguieron?"

"¡Aaaarggghh!"

Shyvana impactó su más fuerte puñetazo en el estomago de la lamia y luego retrocedió para canalizar su próximo ataque.

Cegada por la ira, la guerrera concentró todo su fuego en un puñetazo que fue detenido por la inesperada aparición de Pantheon, el artesano de la guerra, y su escudo.

"¿Pantheon?" - se extrañó Cassiopeia, dolorida

"¡Quita de en medio!"

"¿A qué viene todo esto? Me avisaron que dos campeones del mismo equipo estaban peleando con un Rakkor... y me encuentro con esto"

"¿Cómo has podido acceder a la grieta?" - preguntó Jarvan

"Vuestra partida se canceló cuando él apareció"

"Se ha... cancelado..."

Pantheon se acercó al petrificado Matadragones con cuidado de no tocarlo y quebrarlo. Luego se dirigió hacía la dragona.

"¿Se puede saber por qué has lastimado a Cassio?"

"¡La bruja menospreció al príncipe!"

"Príncipe Jarvan IV, ¿por qué no has detenido a tu subordinada?"

"Cuando Shyvana alcanza cierto grado de furia...."

"Se vuelve incontrolable... entiendo..."

Para alguien que vive para la guerra era algo bastante triste y pobre el hecho de que el príncipe de una nación no pudiera detener una pelea.

"Incontrolable o no, te recuerdo que Cassio es quien os ha salvado"

"Esa víbora nos...."

"Deberíaiss de esstar agradecidoss...."

"¡¿Aún quieres más?!"

Pantheon detuvo la pelea colocando su lanza cerca del cuello de la campeona de fuego.

"Ahora, si nos disculpáis, tenemos que retirarnos"

"¿Qué vais a hacer con el Matadragones?" - preguntó Jarvan

"El carcelero vendrá a buscarlo, vosotros solo no tocadlo"

El Rakkor se marchó en compañía de la serpiente mientras Nautilus e Ivern recuperaban la conciencia.

"Qué dolor de cabeza... ¿qué ha ocurrido?"

"¡No lo sé! ¡¿De qué equipo eramos?!"