La Cripta de Thresh Vol.2

Parte 262: La Muerte de Thresh

Tras un encuentro muy desafortunado con Rengar, el carcelero acabó con un dardo en su esqueleto el cual comenzó a debilitarle y dormirle.

Al despertar se encontraba en un lugar un tanto sombrío, con mucha gente alrededor suya. Todos llevaban antorchas, horcas y palos de cricket cubiertos de sangre.

"¿Mmm? ¿Dónde estoy? ¿Y toda esta gente?" - se extrañó el nigromante

"¡A prisa!" - gritó un hombre - "¡Antes de que el monstruo huya!"

"¿Monstruo?"

"¡Tenemos que darnos prisa!"

"Eh, ¿qué demonios está pasando aquí? ¿Dónde?"

Pero parecía que ninguno de los presentes le notaba, como si realmente no estuviese allí.

"Esto... esto es muy raro..."

"¡Se ha encerrado en la biblioteca!"

"¿Biblioteca? Espera, yo conozco este sitio"

El nigromante se puso en pie y luego avanzó hasta la muchedumbre enfurecida, viendo un enorme edificio de aspecto muy siniestro.

"Mierda... no me digas que esto es...."

"¡Tenemos que matar al oscuro!" - seguían gritando

"¡Vendió nuestros secretos al Rey y por su culpa la ruina está llegando!"

"Eso no está en nuestra mano" - dijo un cura - "Solo Dios puede decidir...."

El hombre cayó de rodillas y comenzó a convulsionar, expulsando una especie de líquido negro por la boca y con los ojos en blanco.

"¡Padre Norris!" - gritó una mujer al verlo

"¿Queréis entrar?" - preguntó el religioso con una voz distinta - "Intentadlo si tenéis agallas, vosotros solo sois carne... y yo soy uno con el otro Rey..."

"Oh, Lucifer se haya en esa casa..."

"¡Hay que quemar el edificio! ¡Quemar al demonio!"

"No podéis quemar a quien es uno con el fuego... jajajaja..."

"Tengo que volver a usar esos trucos" - comentaba el carcelero - "Era genial"

"¡Yo traje la ruina y yo seré quien siga tras la ruina! ¡Que suenen las cadenas! ¡Jajajaja!"

"Tal vez demasiado dramático"

"¡Jajajajaja!"

Thresh avanzó entre la multitud y atravesó la puerta principal, bajando las escaleras y llegando a una gran sala con varios libros y artefactos.

En el centro había un hombre vestido de ropajes negros, con la piel muy grisácea y colocado de rodillas en el medio de un pentagrama.

"Rey Arruinado... acude a mi llamada... Rey Arruinado... acude a mi llamada...."

"Recuerdo cuando usaba pentagramas... los buenos tiempos"

"El mal habita en los libros... ellos mienten... la diablesa también...."

"Infancia de mierda, vida de mierda, muerte... de mierda"

"Ven a mi... su majestad... que venga la ruina..."

Los libros empezaban a brillar a medida que los gritos seguían escuchándose en las afueras, fueron unos minutos antes de que el calor empezará a aparecer.

El fuego comenzó a penetrar entre las paredes, acercándose poco a poco al humano.

"No fastidies... ¿realmente tengo que ver esto?"

"Volveré... me llevaré sus almas... todas sus almas" - decía el humano

"Recuerdo muy bien... el dolor..."

El humano comenzó a rodearse de fuego, quemándose su piel poco a poco mientras gritaba de agonía y su piel iba cremandose hasta que en minutos solo quedaba su negro esqueleto.

"Eso ha dolido..." - murmuró el espectro

"¡Aaarrggghhhh!"

El fuego también había rodeado al carcelero, quien extrañamente también podía notar su cuerpo arder ante la luz emitida de las llamas.

"Morir una vez duele... morir una segunda es una autentica (bababui)...."

"Thresh...."

"¿Mmm? ¿Quién es ahora?"

"Thresh soy yo...." - le llamaba una voz

"¿Quién? ¿Quién me habla?"

El cuerpo del espectro comenzaba a soltar humo ante el intenso brillo del fuego. Apenas tenía fuerzas para moverse o prestar atención a su alrededor.

"Thresh... despierta.... despierta...."

"Si salgo de esta degollaré a ese cazador de...."

"¿No la oyes?" - preguntó una fría voz

El esqueleto del hombre comenzó a levantarse mientras le miraba. Era similar al estado actual del carcelero, salvo por las cosas raras de la cabeza.

"Te está diciendo... que despiertes..."