Parte 365: Tres historias

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Era por la tarde y Thresh se encontraba en una de las zonas de descanso del instituto de guerra, una que estaba envuelta en un ambiente bastante oscuro.

Él se encontraba reunido con el Maestro del Mal conocido como Veigar. Ambos eran miembros de los Emisarios del Mal y por lo tanto solían coincidir.

"Y entonces Lulu usó su magia y convirtió mi ropa en galleta"

"No lo entiendo..."

"¿Y realmente crees que yo sí lo entendía?"

"¿Pero por qué galleta?" - preguntó el carcelero extrañado

"No lo sé, pero su maldita hada no dejaba de intentar comerse mi sombrero"

"Los mortales sois muy raros..."

"No soy raro, soy malvado, soy oscuro, yo soy..."

Su frase se interrumpió cuando Viktor apareció por la puerta del sitio, dirigiéndose a la mesa donde se encontraban los dos individuos.

"Saludos, Veigar y Thresh"

"Hola, Viktor, le estaba contando lo de Lulu y su magia de galleta"

"Todo eso suena terriblemente patético"

"Cállate, Thresh" - replicó el yordle

"Todos hemos tenido historias humillantes... muy humillantes..."

"Yo no, mantengo la dignidad pase lo que pase"

"¿Cómo cuando tu mujer fue perseguida por la serpiente?"

"¿O cuando fuiste derrotado por la luz de unas bombillas?"

"¿Y qué hay de el hecho de que tu madre intente camelarse al Rey Arruinado?"

"¿No sufriste esa maldición en tu mano derecha?"

"¿Tu familia no es probablemente la más sangrienta de la historia?"

"Por no olvidar tus derrotas a manos de Lucian..." - remarcó el doctor

"Vale, de acuerdo, lo pillo" - contestó furioso - "Si alguna vez necesito una biografía os llamaré a ustedes dos..."

"Seria curioso, teniendo en cuenta que todo esto ocurrió estando tu muerto"

"Gracias por la aclaración... ¿dónde está el resto del equipo?"

"Ocupados" - dijo el brujo en seco

"Cada cual con sus cosas por lo que veo..."

El científico sacó de su bolsillo una especie de cilindro tecnológico que se encendió para revelar una especie de mensaje encriptado.

"¿Trabajo?" - preguntó Veigar

"Problemas... Vi parece haber provocado otro incendio en mi laboratorio..."

"¿No debería estar trabajando?"

"Si, Thresh, debería..."

"Al menos tienes a la androide, el robot y la niña esa rara"

"El fuego puede fundir el acero de los androides y robots... la niña por otro lado de carne..."

Tras decir esto miró fijamente al hechicero.

"Y déjame remarcar que esa niña no es rara"

"Levanta piedras y arena... y tiene una nariz rara... le doy la razón a Veigar"

"Tu eres un esqueleto, al yordle le falta un ojo y mi mandíbula es un implante de acero quirúrgico al igual que mis ojos"

"Es un buen punto" - admitió el brujo

El mago echó un vistazo alrededor y notó que muchas de las campeonas habituales no estaban por la zona, tal vez estaban en la grieta.

"¿Y tu? Thresh, ¿algo que contar?"

"Evelynn ha tenido un encuentro con una niña que decía era perturbadora"

"¿Perturbadora? ¿No tendría por casualidad una máscara de Liandri?" - preguntó Veigar

"No, era una niña de pelo rosa y con un oso"

"¿Annie?" - dedujo Viktor - "El escenario de su historia es irreal"

"Irreal o no, es la única mujer de la que se quiere mantener alejada"

"Tal vez debas adoptarla" - sugirió el brujo

"¿Tener críos? Ni en broma, antes prefiero morir..."

"........"

"........"

"Es una maldita forma de hablar..."

"No comparto tu misma opinión"

"Si, si, si, tus máquinas son tus hijos y todo eso..."

"Tengo algo más que máquinas... carcelero..."

Veigar terminó de tomar su zumo, se ajustó el sombrero y se levantó.

"Debo irme a torturar a Rammus y Teemo"

"Yo también debería irme" - dijo Viktor - "Alguien debe de apagar ese fuego..."

"En ese caso mucha suerte, ya volveremos a vernos..."

Y el trío marchó cada uno por su camino, sabiendo que tarde o temprano volverían a verse...

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora