Parte 363: Incomoda

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Era por la mañana en el Instituto de Guerra. Varios campeones estaban en sus respectivas ciudades y otros en paradero desconocido, cosa que no le agradaba a Evelynn.

La hacedora de viudas tenía como hobby un par de cosas: Conseguir almas en la oscuridad de la noche y meterse en la vida de las parejas.

"Hay muy poca gente por aquí... busquemos a alguien interesante con quien pasar un rato agradable..." - dijo sonriente

"Y entonces me dijo los siguiente..."

Por un lado estaba Karma, la Iluminada.

"Demasiado monja y tampoco entiendo la biología de un escorpión de piedra..."

"No, otra vez se escaqueó ese tipo..."

También estaba Jayce, el Defensor del Mañana.

"Demasiado heroico y recto, muy aburrido...."

O por ejemplo Camille, la Dama de Gris.

"Probablemente me decapite..."

"Buenos días, señorita Evelynn"

"¿Mmmm?"

A su lado se encontraba una pequeña niña de pelo rosado y trajecito morado. En sus manos sostenía un osito de peluche un tanto descosido.

"Hola, pequeña..."

"Mi nombre es Annie" - respondió la chica - "Y este es Tibbers"

"Si, es muy bonito tu osito... ¿de qué me conoces?"

"La señorita Evelynn hizo equipo conmigo una vez"

"¿En serio? Vaya, es muy agradable que te acuerdes de mi" - dijo algo desconcertada

"Me ha costado reconocerte..."

"Algo que veo muy lógico..."

La niña le miraba con cierta curiosidad, revisando sus brazos y pelo.

"¿Ocurre algo? Pequeña..."

"¿Por qué ahora tu piel es blanca? Antes eras azul"

"Hice un pacto con el Rey Arruinado, él me hizo un cambio"

"¿Un Rey? ¿Por qué ese rey te cambió?"

"Bueno... es algo complicado..."

"Te sienta bien"

"Gracias... creo..."

La diablesa se encontraba muy incómoda con la pequeña niña. Realmente no podía hablar con toda la libertad que quería si ella estaba delante.

"Oye, ¿no tienes amiguitos con los que jugar?"

"Amumu está en Shurima, no encuentro a Teemo por ningún lado y la maga de las piedras está ocupada con su equipo"

"Y seguro que con cierto yordle..." - sonrió la nigromante

"¿Yordle? ¿Te refieres a Rumble?"

"Si, es evidente que...."

La mirada y atención que le prestaba Annie le seguía impidiendo hablar explicitamente de lo que pensaba. Realmente lo estaba pasando mal.

"Es evidente que... está floreciendo su... amistad"

"El yordle azul parece agradable"

"Quizás debas hacerte amiga suya"

"¿La señorita Evelynn no quiere ser amiga de Annie?"

"¿Yo? Pero si soy... demasiado mayor, te debo de sacar unos doscientos años... y llevo muy poca ropa, no soy buena influencia"

"¿Qué tiene que ver la ropa? Annie a veces lleva vestidos y bañador" - dijo confundida

"Cierto, me refiero a eso..."

"Y también serías amiga de Tibbers"

La hechicera de fuego puso su sucio oso delante de ella, mirándole con su único ojo-botón, cosa que puso más nerviosa a la diablesa.

"Es muy buena idea, seguro que seriamos grandes... amigas... pero ahora debo de buscar a Thresh..."

"¿Has dicho Thresh?" - la pequeña empezó a temblar

"¿Te ocurre algo?"

"No... no me... no me gusta Thresh... snif... es un señor malo..."

"Cariño, es un muerte vivien..."

"Una vez dijo que... que... que cortaría a Tibbers con su anzuelo gigante..."

"Seguro que no lo decía en se... sería una broma..."

Obviamente no lo era. Pero ahora Evelynn se encontraba frente a una niña que estaba con la cara enrojecida y a punto de llorar.

"Annie, ¿quieres que vayamos juntas a la grieta?"

"¿Iremos con Tibbers? Snif..."

"Claro, podemos ir con Tibbers, pero no llores"

"Snif... de acuerdo..."

Su marido se metía en varios líos pero a Evelynn le tocaba pasar también malos momentos.

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora