La Cripta de Thresh Vol.2

Parte 332: Dioses y monstruos

Renekton y Nasus se habían visto envueltos en una pelea una vez más dejándose llevar por el odio, la furia y el resentimiento. Más por el primero que por el segundo.

La pelea fue muy pareja hasta que Azir, el emperador de Shurima, apareció para detener el choque de ambos titanes.

"Emperador...." - el chacal se arrodilló

"Azir.... Azir...."

"Saludos, Renekton, ¿recuerdas quien soy?"

"Tu... tu eres... el... el chico..."

El caimán estaba confundido, por un lado le podía reconocer entre tanta furia pero por el otro solo quería arrancarle la cabeza a ese perro.

Pero dentro de él parecía recordar poco a poco ante quién se encontraba...

"Renekton, inclínate ante el emperador" - exigió su hermano

"Grgrgrrrrr....."

"¡Renekton! ¡Reacciona!"

"Nasus, no le fuer..."

En una especie de pelea interna la cosa terminó con el carnicero rugiendo y marchándose frente a la mirada de decepción de Azir.

"Veo que ambos seguís con problemas fraternales"

"Señor, he intentado hablar con él..."

"Es una pena ver a quien antaño fue mi maestro táctico reducido a una criatura" - dijo cruzado de brazos y decepcionado

"Todo esto es por culpa de Xerath, ¿no?"

"Si... Xerath...." - dijo alzando su vista

De alguna forma Azir podía notar la energía de su archienemigo, como si supiera que él había estado presente allí.

"Pero siento que... hay algo más..."

"Eh, vossotross" - les habló una voz femenina

"¿Mmm? ¿En qué puedo ayudar...."

Tras ellos se encontraba Cassiopeia, el Abrazo de la Serpiente, tal vez la persona menos indicada con la que encontrarse en un momento así.

"La serpiente... qué oportuna...." - masculló Nasus - "¿En qué podemos ayudarte?"

".........."

"Podéiss quitaross de en medio" - dijo en seco - "Tengo que passar"

"Ten un poco de respeto, Noxiana"

"¿Resspeto? Claro, porque tu imperio hizo tanto por mi..."

"Dicen que a veces la ciudad no está hecha para el ladrón" - dijo el chacal

"¿Ciudad? Bueno, ssi queréiss llamar a esso ciudad..."

La lamia comenzó a reptar entre ellos y realmente estaba por irse, no sin antes girarse y sonreír al dúo de una forma un tanto fría.

"Ssaludoss a tu nieta de mi parte"

"No deberías ser tan insolente con los ascendidos"

"¿Qué vaiss a hacer? ¿Echarme otra maldición?" - preguntó antes de irse

"Azir, ¿no le molesta ver cómo se nos trata?"

"Uno recoge lo que siembra... es lamentable que nuestro imperio se viera afectado por tantas desdichas..."

"........"

"Una traición... una vista que me dejó ciego... el choque de dos hermanos...."

Por un momento Nasus se vio avergonzado por esta declaración, hasta que se dio cuenta de que no se refería a Renekton y a él precisamente.

Paralelamente Cassiopeia reptaba hacía la casa de Pantheon cuando avistó a Xerath y Thresh.

"¿Tú también esstass por aquí?"

"Te has cruzado por Azir, deduzco" - comentó el hechicero

"Ssi, ssigue tan pomposso como ssiempre"

"¿Has visto también a un cocodrilo de dos metros?" - preguntó el nigromante

"No, ¿hass mirado en una alcantarilla?"

"He entendido esa referencia..." - admitió Xerath - "Tal vez pueda aliviar al carnicero con un pulso o unas runas..."

"O tal vez matándolo"

"Me gusta esa idea" - dijo Thresh - "Así no te dará tanto la lata"

"Vuestra lógica no me agrada"

"Lo que tu digas, dios de la destrucción"

Ambos Emisarios se marcharon para proseguir con la búsqueda de aquel ritual rúnico mientras que Cassiopeia tenía un recado importante que cubrir.

Ese recado incluía también a quien se supone que era la única amiga que tenía por allí.